A mediados de julio de 2019 abrió “Carnero” un pequeño restaurante en formato parrilla, atendido por Mauro Veroiza. Abre sus puertas en el inicio de la calle Paso, a metros de la esquina con Belgrano y 20 de Febrero, distante tres cuadras del Centro Cívico.
Su propuesta es simple pero contundente: buenas carnes, a la parrilla, ahumadas y preparadas en el momento. Principalmente cortes vacunos, pero también se puede probar una trucha, bondiola de cerdo, pollo y cordero.
Pese a su juventud Mauro es un reconocido parrillero de Bariloche. Trabajó en Tarquino, Alto el Fuego y creo Huacho, con su socio y amigo Juan Grimbang. El negocio fue un éxito pero la sociedad no prosperó. Juan sigue en Huacho y Mauro abrió su propio local, a escasos cien metros.
Carnero tiene cocina y parrilla a leña y un moderno ahumadero eléctrico, donde se ahúman los productos con chips de madera. Los platos son abundantes y todos los cortes vienen con una guarnición, generalmente de verduras asadas.
El pan, los chacinados (chorizos y morcillas) y los postres son caseros, elaborados en el lugar. Mauro trabaja junto con Julián y Emiliano, también muy jóvenes pero con las pilas puestas. La camarera es Trini, también joven y muy atenta.
Hay algunos platos son sello de autor, como el “pan al vapor (bao)” que viene con cerdo con kimchi y mollejas con hongos. Ideal para la entrada. También el pollo tiene sello propio, sale ahumado, con verduras y hierbas frescas. A la hora de los postres, recomendamos la “tarteleta negra”, con chocolate amargo, dulce de leche, whisky y ristreto.
La carta de vinos no es muy extensa pero si completa. La mayoría son vinos de bodegas boutique, como Anko Tolombon y El Porvenir de Salta, Quimay, La libertad o Wapisa, Río Negro, o Ambrosia, Andeluna, Tapiz y Altamira, de Valle de Uco, Mendoza.
El lugar es muy pequeño, apenas una veintena de cubiertos, siendo recomendable reservar mesa para el primer turno (Tel. 489-0235). Abre diariamente, de 20 a 24. Tiene una pequeña barra donde pueden comer tres personas y charlar con Mauro, ya que tiene vista a la cocina. Un lugar ideal para cuando vas solo, o con dos buenos amigos. Para estacionar el auto no debería faltar lugar en las calles Belgrano y 20 de febrero.