Cuando alguien realiza su trabajo con pasión, con compromiso y dedicación, esto se percibe en forma inmediata. Un buen ejemplo de ello es Leo Besares, titular de la vinoteca Tinto, especializada en vinos de alta gama en Bariloche.
Que un ingeniero agrónomo y reconocido músico (dedicado a componer música para películas) este al frente de una vinoteca llama la atención. No obstante, cuando uno lo conoce a Leo constata que de las tres profesiones la administración de la vinoteca es la que más lo apasiona. Estudió vitivinicultura en la UBA, en forma paralela a la agronomía, y allí se entusiasmó con los tintos, blancos y espumantes. Pero se recibió y trabajo en la producción agropecuaria.
“La vinoteca se la compre en 2017 a Juan Tato, creador del Almacen del Vinos, y era una de sus sucursales. Le agregue un wine bar y servíamos vinos por copa”, explica Besares.
Muy pronto la vinoteca se destacó por ofrecer muy buenos vinos, selecciones de alta gama, siendo muy visitada por el turismo extranjero. El local, en la calle San Martín 440 pasó a ser la vinoteca recomendada por los barilochenses y en especial por los referentes de los numerosos hoteles que se emplazan en la céntrica avenida local. En el local había más de un millar de etiquetas, la mayoría Premium, y muchas de ellas también podían degustarse por copa desde el wine dispenser, calibrado a la temperatura ideal.
No obstante, al tercer año llego el coronavirus. Y Leo tuvo que cerrar la vinoteca y continuar con sus dos otros trabajos. En la reapertura el municipio no le autorizo tener el wine bar y la vinoteca en un mismo local… y tuvo que achicarse. Solo continuo con la venta de vinos.
Su vinoteca fue incluida entre las sedes de la Experiencia Gourmet Rutini Wines, la más importante cita de vinos que tiene lugar en la zona andina de Patagonia Norte.
“La falta del turismo extranjero se nota mucho. Pero nos equipamos con vinos que son del agrado de los argentinos, que sí nos pueden visitar”, explicó.
Uno de los mayores orgullos de Leo es que su familia lo acompaña. No en vano, su esposa Verónica, administra desde Bariloche un restaurante en Buenos Aires. Y su hijo, Felipe, también se entusiasmó por los vinos. Estudio para sommelier en el Centro Argentino de Vinos y Espirituosas (CAVE) y actualmente se perfecciona en Mendoza.
Leo y Felipe ya visitaron numerosas bodegas argentinas y ello permite que la vinoteca tenga los mejores productos. No solo están las etiquetas clásicas de las marcas más renombradas, como pueden ser Rutini, Zuccardi, Catena Zapata o Colomé, también hay numerosas joyas de vinotecas boutique, que en general son destinadas a la exportación. Leo sostiene orgulloso que tiene una buena cartera de clientes locales, amantes de los buenos vinos argentinos, que no dudan en concurrir a buscarlos o encargarlos por delivery, la manera de comprar más difundidas desde la llegada del coronavirus.