Una nueva excursión turística propone navegar el lago Nahuel Huapi en horas de la noche, disfrutando de una panorámica y poco habitual vista de la ciudad, totalmente iluminada. La navegación se realiza en el catamarán Cau Cau, desde Puerto Pañuelo, e incluye una cena de sushi con champán, músicos en vivo y mucha camaradería.
La propuesta se presentó ante los agentes de viaje y periodistas locales y está a cargo de la empresa Espacio SA, propietaria de la embarcación y el servicio gastronómico es del Sushi Club Bariloche. Pablo Delfino, gerente de Espacio SA, explicó que el servicio comenzará a prestarse a partir de la primera semana de enero de 2010, inicialmente con una frecuencia semanal.
La embarcación zarpó a las 20.30 de Puerto Pañuelo, con luz de día, lo cual permitió deleitarse con el paisaje de la Península San Pedro, que se bordea por su costa norte.
El torreón de Bustillo y varias residencias privadas sobresalen en el bosque que cubre la península más larga que hay en el lago Nahuel Huapi. Durante este tiempo los pasajeros pueden pasear por la cubierta de la nave, tomar fotos en el atardecer y admirar el increíble paisaje.
Sobrepasada la península asoma el cerro Otto, con la confitería giratoria en la cumbre, y a sus pies el bario Melipal. Ya con luces en las calles y la ruta al Llao Llao se continúa la navegación hacia el centro de la ciudad, para lo cual se sirve la segunda ronda de champán.
El catamarán dispone de una capacidad de transporte de 280 pasajeros, pero la presente excursión solo se comercializa para 80. Esto es así en virtud de que todos van sentados junto
a las mesas que dispone la embarcación, en la zona de proa, en el centro y también en la parte superior, donde se ubica el salón Arrayanes, con capacidad para 40 comensales. En los tres lugares los pasajeros son asistidos por camareras, siempre prestas a cualquier inquietud.
Se navega con música ambiente y dos artistas, con un saxo y flauta traversa, acompañan las melodías. La visual hacia la ciudad es fantástica y el barco llega hasta la altura de la Iglesia Catedral, la cual se refleja imponente hacia el cielo. También puede verse el árbol de navidad de la familia Caspani, de unos 20 metros de alto, en el barrio Ñireco, cerca de la costa.
Héctor Barberis, presidente del Emprotur y de la Cámara de Turismo de Bariloche, se mostró complacido con una nueva propuesta para el turismo. Vinculado empresarialmente a la navegación lacustre durante varios años, estimó que imponer la propuesta llevará su tiempo, no obstante estimó será del agrado del turismo de mayor poder adquisitivo. “Bariloche merece tener servicios como el presente”, afirmó.
También asistió el intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi, Juan Salguero, el jefe de Prefectura Naval Argentina, Luis Alberto Tancredi y el secretario municipal de Turismo, Daniel González.
La comitiva se integró con numerosos empresarios del medio, como Marcos Ezquerra y Elizabeth Galdo, Justi Oliviery y Viviana Blanco. El agente de viajes Exequiel Barberis compartió mesa con Paula y Brian Callwood, (Hotel Cacique Inacayal y restaurante El Patacón, respectivamente). Los tres se mostraron entusiasmados con el paseo y estimaron es una propuesta interesante para el turismo.
La cena del Sushi Club Bariloche, que dirigen Gabriela Sanzo y Rodolfo Rebattini, comenzó con pinchos marinados y luego fueron servidas variedades de sushi, con la correspondiente salsa de soja y el wasabi. Se pudieron probar los tradicionales “rolls”, envueltos en semillas de sésamo y salmón, con varios rellenos, y los “makis”, envueltos en hojas de alga. El Sushi Club local abrió sus puertas en la calle España 507 en abril del 2009 y es la 34ª sucursal en Argentina.