Pocas cosas alegran más a un cocinero que poder abrir su propio restaurante y hacerlo con su diseño y sello personal. “Quiven” es el restaurante creado por el chef Pablo Quiven y Mariana Trujillo que propone descubrir los sabores patagónicos con toques modernos. Platos gourmet, con diseño de autor, en un lugar idílico, a orillas del lago.
“Soñé con abrir un lugar así desde que soy gastronómico”, reconoció el cocinero. Con orgullo mostró la cocina, que tiene un horno eléctrico, dos hornos a gas, un horno convector, dos cocinas con seis hornallas, tres microondas, freidoras, heladeras, freezer y todo el equipamiento necesario, de última generación. La cocina es funcional y sectorizada, por lo que cada lugar tiene un uso asignado.
El emprendimiento fue construido a medida y tiene anexa la vivienda de Pablo y su esposa, Mariana Trujillo, quien trabajó a la par para concretar el proyecto. El restaurante se ubica en la planta alta, tiene vista al lago, un salón principal y un balcón vidriado, bellísimo. También un salón exclusivo pequeño y una cocina fantástica. En el ingreso hay una pequeña barra, el sector de vinoteca y también una mesa grande, con banquetas, que promete ser el lugar más frecuentado del restaurante. Una mesa para compartir, que además tiene vista a la cocina.
La decoración fue pensada al detalle. Cada objeto está en el lugar indicado. La vajilla tiene diseño exclusivo, platos grandes y modernos, que resaltarán los menú que se servirán, por pasos. La propuesta será degustar los sabores más típicos de Patagonia, en formato gourmet. Se presentarán en formatos no habituales, con texturas también diferentes y que permitan resaltar los aromas y sabores del producto.
Hay productos de mar y montaña. Pablo ve la Patagonia en su formato natural, integrado, y por ello utilizará productos del Pacífico y del Atlántico y los que crecen o se crían sobre la tierra. Habrá platos con trucha y cordero pero también con pulpo, salmón rosado, langostinos, carnes rojas y aves. Las verduras, hortalizas y frutas también serán de la zona.
Durante la presentación en sociedad del lugar se pudo degustar lengua de cordero, con brotes, hojas, tierra de hongos y espuma de provenzal; scon de queso con tartar de trucha y helado de salmón; molleja con chutney gratinado y zucchini grillado; pulpo con puré de sepia, maíz crocante y esponja de pimentón; raviol de langostinos con salsa de camarones, muselín de trucha y queso de cabra; sopa de hongos con queso camembert gratinado; pan de campo con goulash y canelón de cordero con salsa de chocolate, cerveza y café. El postre fue una marquise de chocolate, helado de lavanda y crocante de azúcar.
Pablo Quiven tiene una extensa y exitosa trayectoria en la gastronomía barilochense. Diseñó la carta de importantes restaurantes, dirigió la cocina de hoteles y también participó en competencias de cocineros. Su “Desconstrucción de arroz con leche”, obtuvo el mejor puntaje en el torneo nacional de chefs que organizó la Federación Empresarial Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) en septiembre de 2010.
La presentación del nuevo emprendimiento reunió a numerosos empresarios del sector gastronómico, en cuyos establecimientos Pablo dirigió las cocinas. Ponderaron el nuevo restaurante y destacaron su diseño. El hecho de ser propietarios evita los alquileres, el mayor problema que sufre un restaurante. La construcción demandó más de tres años e incluye la vivienda. Un detalle no menor, que sin dudas contribuirá al funcionamiento del emprendimiento.
Quiven restaurante abrirá de jueves a domingo, a partir de las 19. Se debe hacer reserva previa llamando al 154-771067 o 294-448930. En dirección al Llao Llao se ubica sobre la mano derecha de la ruta, en el kilómetro 19,688, unos 200 metros antes de la curva de bahía Campanario. Un nuevo reducto de la buena mesa en Bariloche.