Cuando ingresamos al valle de San Patricio del Chañar, distante 53 kilómetros de la ciudad de Neuquén, la bodega Patritti es la primera situada, a mano derecha de la ruta. Se debe ingresar por el camino de tierra que lleva también a otras dos bodegas y dirigirse hacia el Este, entre viñedos. El edificio, bajo un gran techo que simboliza una ola gigante de mar, en recuerdo al océano que cubrió la región hace millones de años, emerge imponente en medio del desierto.
Patritti es una de las modernas bodegas construidas en Neuquén y permite visitas guiadas, pese a no estar concluida totalmente la parte turística. Visión Gourmet pudo recorrerla y conocer sus características. Asimismo conocimos a su enólogo, Nicolás Navío.
La bodega fue construida en desnivel, por lo cual los vinos fluyen por gravedad en su interior, lo que permite conservar la máxima expresión de cada una de las variedades. El edificio fue proyectado por el estudio Sidoni&Asoc y el diseño tecno-enológico estuvo a cargo del enólogo argentino Mariano Di Paola.
Una de las particularidades de la bodega es que para la fermentación de los vinos tintos utilizan tanques de acero inoxidable troncocónicos, de pequeño volumen, que generan una mayor superficie de contacto y un aumento de la extracción de color, aromas y taninos. El equipamiento incluye piletas de mampostería con refrigeración para manejar la temperatura durante la fermentación y una cava con capacidad de guarda de 500 barricas.
Las viñas comenzaron a ser plantadas en el 2003 y crecen en un predio de 110 hectáreas, con 5 variedades tintas (Malbec, Pinot Noir, Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot) y tres blancas (Chardonnay, Sauvignon Blanc y Torrontés). Navío explicó que “los beneficios de la amplitud térmica de la zona, sumados a las ventajas de los fuertes vientos, favorecen no solo la sanidad del fruto sino también hacen que las uvas desarrollen una piel más gruesa, generando mayor concentración de color y aromas”. Esta característica, típica de la zona, permite elaborar vinos complejos y con mucho cuerpo, buena concentración y varios años de guarda.
La primera partida de vinos, cosechados en el 2007 y embotellados en junio 2008, fue de 17.000 botellas de Cabernet Sauvignon, Pinot Noir y Malbec. En todos los casos la cosecha fue manual, con selección de racimos, maceración en frío prefermentativa a 10º C durante 5 días. La fermentación se lleva a cabo usando levaduras seleccionadas, a temperatura controlada, y posteriormente los vinos reposan 12 meses en barricas de roble francés de primer uso.
Una de las características distintivas de la serie Primogénito es su capsula protectora del corcho, que incluye un novedoso sistema de control de su contenido, denominado “cork tester”, que no es más ni menos que una banda autoadhesiva que se ubica debajo de la cápsula y alrededor del cuello de la botella y una vez retirada permite observar es estado en que se encuentra la base del corcho, lo cual indica el punto máximo de estiva de la botella.
El Patritti Blend 2008, que fuera presentado en exclusiva durante el verano del 2011en el restaurante Il Gabbiano (ver nota en link “prensa” de Visión Gourmet) con una cena de seis pasos. El tinto combina el Cabernet Sauvignon (50%), Malbec (30%) y Merlot (20 %), es sin duda un vino delicioso.
Durante la visita a la bodega se pueden recorrer sus diferentes sectores y también el laboratorio, donde se analizan las diferentes cepas y la mejor manera de combinarlas. También se puede apreciar el imponente diseño edilicio del edificio. Una excursión para recomendar.