Cuando se trata de granos, un buen café tiene sus trucos y su exigente grupo de comensales que diferencian a simple olfato la calidad del producto. En el nuevo rincón de cafetería gourmet de Luna de Oriente, sobre Av. Pioneros 3.928, el barista a cargo Yevgen Vishniacov nos ha seducido y desafiado con sus recetas. Debemos afirmar al respecto que ha sido uno de los mejores cafés que hemos bebido en Bariloche.
Yevgen y su esposa Tatiana, quien también atiende a los visitantes, han llegado desde Ucrania hace un año y medio. “Estamos muy agradecidos a la familia Kasparian por habernos abierto las puertas y ofrecido trabajar en conjunto en este nuevo espacio de cafetería gourmet que inauguramos recientemente” expreso el barista. “He trabajado largo tiempo en una de las cadenas de cafeterías más importante de Ucrania, llamada Caffe Inn, donde he aprendido y perfeccionado las técnicas de elaboración debido al nivel de exigencia” agregó.
Mientras Yevgen nos prepara a la vista una de las opciones de la carta, capuchino con piñones de Medio Oriente, nos comenta que la selección de granos con los que trabajan los adquieren en la cafetería y tostadero El Barco, un dato que suma puntos a favor, sabiendo que la materia prima que se ofrece en este lugar es muy buena.
Luego, nos revela algunos trucos mientras sirve magníficamente y hasta el tope una taza mediana de café con leche bien cremosa, dibujando en su proceso una especie de pluma, técnica conocida como latte art, en la que también esconde a modo de sorpresa para el comensal algunos dulces piñoncitos de Medio Oriente.
“Entre los más solicitados está el capuchino Luna de Oriente, a base de café turco, en este caso los granos no se cuelan por lo que se deben moler muy finamente. El café turco se elabora a partir de agua fría y su espuma debe resultar entera y esponjosa” explicó.
Así mismo el barista recomendó que los granos molidos, el chocolate y la leche no deben someterse a altas temperaturas. “Un café bien logrado debe poder beberse sin tener que esperar a que se enfríe en la taza” advirtió.
Todas las variedades salen equilibradas y a temperatura perfecta. De hecho, para decorar la leche espumada, ésta no puede superar los 80 grados. En definitiva: no cualquiera puede preparar cafés como los ristretto ($15), capuchino con leche de soja ($20), café mokkaccino ($30), café Viena ($25) o Irlandés ($55) como los que se sirven en Luna de Oriente.
Opcionalmente la carta ofrece variedad de tés en hebras y hojas, como tilo, manzanilla, hibiscus, negro con bergamota, blanco o verde con pétalos de cartamo.
Para acompañar se recomiendan los pankakes, waffles de dulce de leche, de crema batida con frutas o miel. Así mismo hay tapas con opciones mediorentales para la hora del almuerzo y tentadores postres.
Este nuevo espacio funciona de 08:00 a 18:00 hs. y a partir de las 20:00 se imponen los exquisitos sabores de la cocina oriental, en menús por pasos, de la mano de Marcelo y Melina Kasparian.
