Con la llegada de fin de año aumentan las reuniones sociales y los festejos empresariales y entre amigos. Cada vez es más frecuente que en ellas se contrate a uno o más barman, para preparar ricos tragos, lo cual garantiza en gran medida el éxito de la reunión.
Es habitual que ante la propuesta de hacer un asado, haya numerosos asistentes que se postulen como parrillero. No obstante, el número disminuye si hay que preparar tragos y generalmente es nulo a la hora de lavar los platos.
Bariloche tiene varios barman que ofrecen el servicio de “barra móvil”, lo que implica que concurren al evento con una barra diseñada a tal efecto, que permite un fácil traslado y se instala en cualquier lugar. Algunas incluyen sistema eléctrico, para poder enchufar una multiprocesadora o luz, y sistemas de frío, para el hielo y algunas bebidas. Son habituales en casamientos, cumpleaños de quince pero también en despedidas de soltero y eventos empresariales. Para fin de año, se repiten en reuniones de amigos y despedidas de año.
Mauro Varela trabaja como bartender en el restaurante El Nacional, sobre la avenida San Martín, y también tiene una barra móvil, que con su socio atienden durante los eventos.
“Comencé a preparar tragos en boliches, como asistente de los barman”, recuerda. “Allí aprendí a preparar varios tragos clásicos, con las medidas aportadas por los barman de turno”, agregó.
No obstante, luego comenzó a estudiar coctelería y realizó varios cursos, donde se interiorizó sobre aspectos generales que hacen a la profesión. “Reconozco que estudiar fue muy positivo y hoy me permite tener una visión global de la profesión y preparar mis propios tragos”, explicó en diálogo con Visión Gourmet.
Esto también le permite asistir con éxito a diferentes concursos de bartender, que se realizan en diferentes ciudades, a lo largo del año. “Obviamente no puedo estar en todos, pero al menos dos veces por año participo”, explicó.
Compitió en varias ediciones argentinas y también en Brasil. Entre ellas, se destacó en la modalidad destreza profesional, en el certamen nacional desarrollado en San Isidro, provincia de Buenos Aires, en el 2012, año en que también ganó el concurso de coctelería de la Fiesta Nacional de la Nieve. Al año siguiente, en el 4º Encuentro Nacional de Bartenders, organizado en esta ciudad por el grupo Cocktails Dreams Bariloche, que encabeza Gustavo Cayumán, compartió la premiación con Roberto Mora (Neuquén) y Antonio Solari (Bariloche).
“Las competencias son buenas para intercambiar experiencias y aprender técnicas nuevas y sobre todo, conocer nuevos productos”, explicó. “En estos certámenes la elegancia y presencia deben ser parte del barman, el moño y los tiradores son clásicos”, agregó.
Durante su trabajo diario en El Nacional elaboró varios tragos con sello propio, que se incluyen en la carta de tragos. “Se pueden pedir todos los clásicos, pero también tenemos varios exclusivos”, dijo.
Detalló que lo habitual es pedir un trago antes o después de comer. “Pero también se puede almorzar o cenar con un buen trago, con o sin alcohol”, dijo. Entre estos últimos hay varios con frutas que pueden ser disfrutados por los chicos.
“Lo primero que impacta en un trago, al igual que en un plato, es la presentación”, señaló. La gente mira su color y el vaso o copa donde se sirve. “El barman debe estar capacitado, al igual que un sommelier, para sugerir que trago puede acompañar cada plato”, dijo.
El Nacional tiene la particularidad de tener una amplia barra circular, donde inclusive se puede comer. Y compartir el plato con un trago. “Y los bartender podemos recomendar a los clientes un buen trago, que luego llega a imponerse en la carta”, afirmó Mauro. En tal sentido, en el último “Bariloche a la Carta” presentó el Finisterre (en copa flauta) y Galeno (en vaso bombe).
“Para bautizar un trago, se debe buscar un nombre que lo identifique, que esté relacionado con alguno de sus productos o con algo que lo caracterice”, explicó.
En su caso, en varios tragos con impronta local, utiliza los dressing que elaboran en Casa Casis. “Siempre es interesante probar diferentes mezclas, balancear los sabores y diferentes marcas de una misma bebida base”, dijo. No todos los whisky, vodka o ron son iguales.
Consultado sobre los pedidos de tragos, reconoció que los clásicos son los más demandados. “Se pide pisco sour, mojito, caipirinha, un “Clarito” con dry gin y vermouth seco, o “El Pato”, que se prepara con gin, vermouth seco y dulce, campari, cointreau y un toque de kirsch. Otro trago del lugar es el “Malamado Manzanero”, que incluye la tradicional bebida, schnaps de manzana verde, scotch, almíbar y espumante.
Dijo que la coctelería va ganando día a día mayor protagonismo en los bares y restaurantes. “Los happy hour de cerveza son un clásico y lentamente se van agregando los happy hour de tragos, al menos con una determinada marca de bebida”, señaló. No obstante, ya hay restaurantes que en determinado horario ofrecen tragos en la modalidad 2×1.