Nuestra participación en la cata de vinos organizado por la escuela de cocina El Obrador y el Centro de Rehabilitación de Integral Patagónico (CRIP) fue por demás interesante. No en vano las personas no videntes desarrollan su sentido del olfato y gusto de manera más intensa, lo cual pudo ser constatado en el segundo curso. Los aromas y sabores de los tintos y blancos fueron descriptos por los ciegos de manera magnífica, con acertadas comparaciones hacia otros productos.
La reunión fue dirigida por el sommelier Nicolás Nocetti y se degustaron vinos de la bodega mendocina Andeluna. Se sirvieron un Torrontés, un Cabernet Sauvignon, un Malbec y el Pasionado Cuatro Cepas, cosecha 2005. Andeluna aportó los vinos y demostró una vez más su solidaridad empresaria en Bariloche, ciudad en la cual también colabora con la ONG local Cre-Arte, quienes venden sus vinos con etiquetas personalizadas con dibujos de los chicos que integran sus talleres. Las botellas se venden en la sede de Cre-Arte, en la calle Quaglia.
Por el CRIP asistieron María Inés Ardais y Daniela Franco y los integrantes de los talleres Jorgelina Yáñez, Ricardo Riquelme, Héctor Castillo y Marta Ferrer. Tambbién estuvieron presentes Andrea Blasi, Cristina Mellado y Pablo Novés. Así mismo, participaron representantes de El Obrador y el periodismo local. Entre estos últimos, algunos experimentaron vendarse los ojos para recrear en alguna medida la sensación de probar los vinos sin ver su color.
Los no videntes participaron el año pasado de la primera cata de vinos, también con Nocetti, demostrando un gran registro de sus aromas y sabores. “Creí que comenzaríamos con un Chardonnay, pero siento que este no es”, aseguró Jorgelina, al probar la primera copa. Sus compañeros también disfrutaron de los tintos y hubo mayoría que eligió por la cuarta cepa servida, el Pasionado, con 18 meses de barrica y un año de guarda en botella.
Sin ser habituales tomadores de vinos, los no videntes constataron fácilmente las diferentes cepas y sus diferencias. En cada una relacionaron su gusto y olfato con diferentes elementos y productos. Los aromas florales del Torrontés, bien seco y con olor y gusto a vino; el Cabernet, con aromas a pimienta y membrillos y el Pasionado, con mayor cuerpo, presencia de madera y frutas maduras.
Ardais dijo que culminaron un año intenso de trabajo, con varios talleres y 53 alumnos. Como es habitual en estos ámbitos, los recursos son limitados y todo demanda mucho esfuerzo. Los cursos tienen lugar en la nueva sede del CRIP, aportada por privados, en la calle San José 66 del barrio Ñireco.
Durante la reunión se analizaron aromas y sabores de los vinos, su acides, los taninos y la participación alcohólica de cada cepa servida. Nocetti ilustró sobre aspectos propios de las catas a ciegas, una modalidad habitual en numeras degustaciones, que se llevan a cabo con copas negras.
La escuela El Obrador está a pocos días de cerrar el ciclo lectivo 2012. La noticia de mudar sus instalaciones sobre calle Belgrano 180 ya está confirmada, el lugar será remodelado y adaptado para que los alumnos puedan desarrollar las clases en un ambiente más amplio y cómodo, con nuevo equipamiento.
Las inscripciones a las carreras de cocinero y pastelero profesional están abiertas para comenzar en marzo del 2013 y los interesados pueden escribir a info@elobradorescuela.com.ar.
