En la segunda noche del Beer Art 2015 la música llenó el gimnasio Pedro Estremador y a semejanza de una cerveza, desbordó el entusiasmo de los centenares de asistentes. El grupo rosarino “Dios salve a la reina” brindo un magnífico espectáculo y colmó las expectativas. Un verdadero lujo: disfrutar de Queen junto a una buena birra…
En alguna medida, el domingo la cerveza fue superada por la música y la mayoría de los asistentes arribo para escuchar a la banda tributo al legendario grupo que encabezo Freddie Mercury. Y de paso, tomarse una cervecita.
La segunda noche resultó un gran acierto de parte de los organizadores y numerosos barilochenses optaron por asistir los dos días. “”Hoy además de escuchar los míticos temas de Queen podremos degustar varias cervezas de excelente calidad”, explicó Peta, uno de los fieles asistentes.
Así, se pudo visitar los 15 stand de cerveza, donde al menos se ofrecían tres variedades diferentes. Así, la propuesta superó holgadamente los cincuenta estilos, todos desde chopera pero muchos también en porrón, lo que permitió llevarse alguna birra a casa.
Los conductores del evento, Matías y Natalia, también recorrieron uno a uno los stands, informando al detalle por los altavoces los productos de cada uno. También visitaron los stands los organizadores, Adrián Dannemann y Guillermo Luque, quienes les entregaron una medalla Beer Art 2015 en recuerdo de su participación.
Dios Salve A La Reina (God Save The Queen) se formó en Rosario en 1998, con el objetivo de rendir tributo a Queen. El espectáculo que presenta la banda recrea la magia del grupo británico, respetando la escena, los sonidos y los arreglos originales de cada una de las canciones. Su repertorio se compone tanto de grandes éxitos como de temas que aunque no llegaron a ser tan populares, tienen la misma grandeza y originalidad que los anteriores. Pablo Padín (voz y piano), Francisco Calgaro (guitarra, teclados y coros), Matías Albornoz (batería y coros) y Ezequiel Tibaldo (bajo), recrean al mítico grupo que integraron Freddie Mercury en voz y piano, Brian May (guitarra), Roger Taylor (batería) y John Deacon (bajo).
Fue la primera vez que Padín y sus compañeros se presentan junto al Nahuel Huapi y brindaron un espectáculo magnífico. Al final, inclusive volvieron dos veces al escenario, ante el pedido de los presentes.
En 2011 la revista Rolling Stone escribió: “El mejor tributo de todos los tributos del mundo”. Fue una manera de decir que pese a que hay miles de grupos que le hacen homenajes a grandes bandas de la historia, siempre hay una que hace la diferencia.
La banda tocó en Londres en el año 2004, después de ganar un importante concurso musical en Buenos Aires, lo que les permitió visitar Gran Bretaña e inclusive conocer a Brian May. En su décimo séptimo año de actuaciones llegaron también hasta Bariloche.
Los expositores consultados manifestaron a Visión Gourmet su satisfacción por tener el evento dos noches. “Un solo día es muy poco, sobre todo para los que venimos de lejos. No siempre alcanzas a recuperar todos los gastos que implica venir, pagar y equipar el stand y el costo de la mercadería en una sola jornada”, explicaron.
Similares conceptos vertieron los emprendedores que ofrecieron stand con comidas, quienes también ponderaron que las noches sean dos. Pese a tener el gimnasio una cocina muy limitada, todos se organizaron para preparar sus productos en tiempo y forma.
Durante los dos días el evento contó con la asistencia de inspectores municipales que relevaron a cada uno de los expositores, para verificar que tenga sus habilitaciones comerciales en regla, y también vigilaron que no se venda alcohol a menores.
En la segunda jornada pudimos dialogar con Bruno Ferrari, de la cervecería Berlina, saludado con entusiasmo por sus colegas de otros stands y entrevistado por los dos canales de televisión presentes y también a Hernán Testa, ingeniero agrónomo de Lúpulo de la Patagonia, la principal empresa proveedora de lúpulos en Argentina. También asistió Julio Migoya, de la cervecería Blest y numerosos cerveceros caseros que trabajan en la empresa rionegrina Invap, muchos de los cuales elaboran excelentes cervezas para compartir con amigos.
En resumen, un gran Beer Art. Es cierto que no fue la cantidad de gente esperada, pero esto es algo tradicional de Bariloche, donde es muy difícil movilizar a sus ciudadanos para que concurran a participar de un espectáculo musical, cultural o gastronómico. Parece que ni con buena birra y música alcanza…