La pasión por trabajar la tierra, cuidar de ella y de la viña y esperar con ansiedad paciente los resultados, luego de la cosecha, se transformó en una cadena de lemas que los vitivinicultores conservan en cada etapa de su trabajo y, finalmente, expresan en sus botellas.
El momento de cosechar las uvas en su punto justo es el primer grito durante el largo proceso. El segundo viene luego de varios meses, cuando el enólogo termina de degustar las partidas, encontrando en el vino el equilibrio y personalidad que buscaba.
Esa pasión por los vinos es la que el ingeniero Lino Federico Puppato buscó expresar en los últimos productos de bodegas Don Quinto, dirigida también por su padre, el enólogo, y su abuelo, en la pequeña localidad mendocina de Medrano.
Pugile, es el nombre que da vida a la etiqueta, un malbec cosecha 2010, de color intenso en copa y muy aromático, una partida de solo 3.000 botellas que ya se encuentra en vinotecas y restaurantes de la ciudad.
Según explicó el ingeniero, en una charla degustación organizada por Diego Freixa en su vinoteca de calle San Martín, la bodega cuenta con más de 20 hectáreas de malbec. Gracias al terroir de la zona, es la variedad que mejor se da y es por ello, la cepa representativa de sus productos.
La cosecha de los granos es determinada por degustación, buscando madurez, taninos amplios y máxima expresión aromática. Los racimos se cortan a mano y se colocan en cajas de 20 kg. para su inmediato traslado a bodega.
Desde hace más de 60 años, la familia gestiona sus propios viñedos, desde su finca Varillas Blancas, implantados por Quinto Pirán, abuelo de Federico.
“De chico solía visitar la casa de mi abuelo. Lino, mi padre, me dejaba jugar en los pasillos de la bodega, fundada por Ramón Puppato, mi otro abuelo, y sin buscarlo iba entendiendo el vinculo de toda mi familia con esta vida”, comentó Federico.
“Inspirado por ese legado, y luego de finalizar mi formación en Enología e Ingeniería, sentí la necesidad de darle forma a mis ideas y dedicarme en plenitud a ellas.
“Así nace Bodega Don Quinto. En la misma finca donde Quinto Pirán cuidaba celosamente de sus uvas. Respetando esta actividad tan pura y generosa que nos permite compartir y vivir en familia una gran pasión, la del vino”, agregó.
Su padre, Lino Pupatto, se perfeccionó en distintas bodegas de la región y actualmente es el principal responsable en la definición del perfil de sus vinos. Como enólogo ha buscado en Pugile un vino de autor, con buena intensidad aromática, personalidad, frutado y fresco a la vez.
La bodega, de unos 50 m2, una de las más pequeñas del país, cuenta con una capacidad de 15.000 litros anuales.
Pugile “el gladiador que da lucha hasta el final”, es un ejemplar extraído de prensas manuales de 50 kg. De esta misma zona de Mendoza son los aceites de oliva extra virgen y las aceitunas Doña Elvira, verdes y negras, que acompañaron la degustación.
Uno de los propietarios y representantes del emprendimiento, Gustavo Guardia, estuvo presente y comentó a lo largo de la charla el proceso de selección de los frutos envasados. “Luego de la cosecha manual, las verdes pasan por una cinta de selección. Las negras, por su parte, tienen un tiempo más prolongado de maduración en la planta y después de la recolección son cocidas en sal, al estilo griego”, explicó.
Sus aceites extra vírgenes son extraídos por “prensado en frío”, suaves y aromáticos. Doña Elvira es una empresa familiar que se está abriendo paso en el mercado, sus productos oleosos son económicos y demuestran calidad, una forma de darse a conocer al público ya que, según aclaró Guardia, es prematuro competir con empresas que cosechan sus frutos por toneladas.
