Hacia las 22:00 el recinto entre los stand lucía colmado de público que se divertía con el show de Peter Sonweber, mientras tomaba cerveza y disfrutaba de la música. Fue tal vez el momento más esperado por los organizadores, el que reflejó el fin perseguido por la fiesta. De esta manera, la primera edición del festival de la cerveza artesanal que organiza la Asociación Cerveceros Artesanales de Bariloche (ACAB), logró la ponderación de los asistentes y pronostica un futuro aun mejor, en nuevas ediciones.
El Beer Art recreó en alguna medida una de las demandas que un sector de la comunidad reclamaba; una reunión festiva y bien organizada, con un hilo conductor, que en este caso resultó la cerveza artesanal, el segundo producto gastronómico en importancia de la ciudad. No en vano Bariloche dispone de una capacidad técnica para elaborar unos cien mil litros de cerveza por mes, producción que genera trabajo para muchas personas.
La elaboración de cerveza se ubica después del chocolate, superando las producciones de dulces, ahumados, condimentos y otros insumos gastronómicos.
En el gimnasio hubo 21 stands, en su mayoría de Bariloche, pero también de Buenos Aires, Córdoba y El Bolsón. Su distribución fue óptima y también lo fue la decoración del salón, la programación musical y la logística general del evento.
La oferta gastronómica que acompaño la cerveza estuvo a tono, si bien no fueron muchos los stand que ofrecían comidas. La mayoría de las elaboraciones se podían comer con la mano, lo que evitó una gran cantidad de platos y vajilla descartable. Así mismo, fue muy positivo que en el ingreso cada persona reciba su vaso cervecero (un chop), y no se usaran centenares de vasos descartables, lo cual permitió programar que los alimentos se consuman desde un solo envase. Ponderable el hecho que haya varias mesas donde apoyar las comidas y bebidas.
El Beer Art confirmó una vez más la imperiosa necesidad de que Bariloche disponga de un lugar para estos eventos. La Fiesta de las Colectividades Europeo Argentinas ya se mudo a Dina Huapi; la Fiesta Nacional de la Nieve se realiza íntegramente al aire libre (pese a ser invierno) y cualquier otro evento social y cultural, debe “adaptarse” a Bomberos o bien comprimirse a un lugar más pequeño.
Es verdad que en el Beer Art la concurrencia no fue masiva, sino rotativa, con lo cual se pudo disfrutar a pleno del evento, de lo contrario con dos mil personas en el centro de los stand la movilidad sería muy difícil. Y para que el evento sea económicamente sustentable, deberían pagar la entrada al menos esa cantidad de público.
El costo de la entrada es opinable. Tal vez, para un grupo familiar, debería existir un descuento proporcional a medida que aumentan los participantes. Si bien no es un evento pensado para niños y jóvenes, para un grupo familiar de 5 adultos pagar 500 pesos puede ser significativo.
Antes y después del Beer Art se dictaron interesantes cursos y talleres sobre la cerveza, en dependencias del hotel Alma del Lago. También se organizó un concurso de elaboración, entre aficionados, y seminarios de capacitación para profesionales. La faz académica estuvo a cargo del Centro de Cata de Cervezas (Buenos Aires), el Centro Integral de Bebidas Artesanales (CIBArt, de Córdoba) y la Asociación Civil Somos Cerveceros (entidad internacional que agrupa a todo tipo de prestador vinculado a la industria).
Estas actividades dieron marco a la Semana de la Cerveza Artesanal, una idea que puede ser mejorada y debería formar parte de la programación anual del turismo local. Los visitantes llegan a Bariloche para conocer sus bellezas naturales, para practicar deportes, para comer chocolates, para disfrutar de su gastronomía y también para probar sus cervezas artesanales.
La fecha elegida por los organizadores para llevar a cabo la Semana de la Cerveza Artesanal asoma como positiva. El propio intendente de la ciudad, Omar Goye, la ponderó en el acto donde se formalizó su presentación. Culmina en un fin de semana largo, en baja temporada, constituyendo un incentivo más para los visitantes.