Lo que comenzó siendo un almacén a principio de los años `80 y más tarde una fonda que aún perdura con más clientela que nunca, con ambiente familiar y abundantes platos sobre calle Mitre al 1130, ahora se ha expandido sumando una pintoresca parrilla.
La Fonda del Tío es uno de los restaurantes que, incluso en meses de baja temporada, estalla con una larga cola de adeptos que esperan ansiosos para ingresar. La propuesta no es gourmet, no obstante el carisma de sus propietarios y empleados que atienden cada noche, las comidas caseras y los platos abundantes hacen que siempre sea un placer escoger el lugar.
Un paso importante luego de más de 30 años de trayectoria se vio cuando el establecimiento amplió sus instalaciones hasta llegar a los 120 cubiertos, distribuidos en tres salones, vista parcial al lago y cocina a la vista.
En julio del 2012 la planta baja del lugar fue remodelada y preparada para abrir finalmente la parrilla que hacía tiempo estaba en los planes de la familia Longui, propietaria de la afamada fonda. El salón quedo lindísimo, combinando madera, piedras y una cuidadosa iluminación, con parrilla y cava a la vista y una carta que alista exclusivamente los cortes que se ofrecen a la parrilla.
La nueva parrilla cuenta con capacidad para 60 comensales y lo último en tecnología para elaborar los distintos cortes que se ofrecen, con un sistema vibratorio que hace caer las brasas, manteniendo las condiciones ideales para el asado. Este sistema se maneja a través de botones y se caracteriza por ser eléctrico, lo cual evita cualquier posibilidad de incendios y la acumulación de humo en el lugar.
Carlos Caldart, primo de Mario Longhi, explicó que “siempre se apostó al crecimiento del lugar y con éste a mantener en el tiempo la buena atención y calidad de los productos que se ofrecen”.
Carlos atiende los comensales como lo hace Mario y su familia en el salón de arriba. Visitando las mesas, repone paneras, bebidas y calentando, si es necesario, los cortes solicitados para mayor satisfacción de todos sus clientes.
Los precios son razonables. Se pueden solicitar como entradas provoletas a $28 o empanadas a $9 cada una, también hay papas fritas y variedad de ensaladas. La parrillada para 2 personas tiene un valor de $170 y para 3, unos $255.
Entre los postres se puede optar por frutillas o frambuesas a $28, flan a $18, queso y dulce a $28, panqueques con dulce de leche a $22 o copa Nilda a $42. Esta última es muy recomendable, eso sí, para compartir!.
Ambas propuestas, La Fonda del Tío y Parrilla El Tío, están orientadas al público local, sin embargo los turistas no dejan pasar la recomendación.
Ahora, luego de unas vacaciones para que todo su personal pueda pasar las fiestas en familia, ambos locales vuelven a abrir sus puertas para recibir la temporada de verano y trabajar en mejorar algunos otros servicios, entre ellos, está en proyecto la construcción de una playa de estacionamiento exclusiva para los clientes, a la que se podrá acceder a través de una plataforma hidráulica.