La Alazana presenta su segundo whisky

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En poco más de un mes Néstor Serenelli presentará su segundo whisky La Alazana, el mismo que fuera distinguido con una medalla dorada por la Scottish Craft Distillers en Pitlochry el pasado 5 de octubre. La segunda partida del single malt elaborado en Las Golondrinas, al pie del cerro Piltriquitrón, en la zona de El Bolsón, promete ser una agradable sorpresa y es importante reservar la botella con tiempo, ya que la demanda se prevé muy alta.

Visión Gourmet visitó el emprendimiento reconocido como la única destilería de whisky de malta en la Argentina, creada en el 2011 por Néstor Serenelli y Pablo Tognetti y administrada actualmente por Néstor y Lilla Tognetti, su esposa e hija de Pablo.

El hecho de haber recibido una de las siete medallas de oro que se otorgaron en la edición 2015 a whisky de nuevos emprendimientos es un excelente reconocimiento a la calidad del producto patagónico. Fue entregado en Escocia, la cuna del whisky, donde está la cultura que lo creó y la tierra donde comenzó la frondosa leyenda de esta bebida espirituosa. Néstor y Lilla no estuvieron allí siendo recibida la medalla por Teresa Shutter, miembro del staff de la Scottish Craft Distillers.

“Recibimos la distinción con mucha alegría ya que confirma que estamos en el buen camino y que nuestro producto se hace con la calidad que distingue a los buenos whisky”, afirmó Néstor, quien ya se apresta a envasar la nueva partida de single malt que aguarda pacientemente en barricas de roble.

La primera partida, en noviembre del 2014, sumó mil botellas y la misma cantidad se pondrá en venta a partir de los primeros días de diciembre. La presente edición tiene un año más de guarda que la primera, que tuvo tres. “La legislación argentina permite vender un whisky cuando tiene dos o más años de añejamiento”, explicó. Evaluó que le parece poco, por ello aplicaron lo que pregonan los escoceses, añejarlo como mínimo 3 años.

El nuevo producto será presentado en el marco de la cena anual que organiza el Museo del Whisky (que reúne una de las colecciones más importantes en Argentina), en la ciudad de Buenos Aires, el 01 de diciembre, y luego saldrá a la venta al público, con un precio de 1.400 pesos por botella.

El single malt (destilado de malta puro) se elabora según un proceso escocés de cinco etapas: molienda, macerado, fermentación, doble destilado y añejamiento mínimo de tres años en barricas de roble. El agua utilizada proviene de vertientes del cerro Piltriquitrón.

Por su parte los tradicionales blend son whisky que inventaron los escoceses para exportación, que normalmente tiene un 75 % de alcohol saborizados con maltas y solo un 25 por ciento de whisky de malta. En el mundo, el single malt no llega al 4 % del mercado total.

Consultado sobre los inicios del proyecto Serenelli explicó que “llegamos a este lugar con Lilla hace unos 15 años, donde además tenemos caballos para desarrollar la equinoterapia y algunas plantaciones de frutas finas”.

Comenzó destilando frutas finas y luego whisky de maíz. También elaboró algunas cervezas. Luego, con su suegro Pablo Tagnetti, doctor en física y directivo de Invap, comenzaron con el whisky de malta.

La Alazana obtuvo su licencia en 2011, como la primera destilería de whisky de malta o “single malt whisky” del país. Su nombre hace referencia a los caballos y al nombre de la chacra donde se elabora. El nombre del whisky es el mismo de la chacra y se origina en los caballos.

Para lograr un buen whisky de malta es fundamental tener agua y clima adecuados. Obviamente hay que tener malta, el equipamiento y la capacidad de elaborarlos, pero el agua y el clima son vitales. Son, en definitiva, los que marcarán la impronta regional del producto. “En la destilería vos haces la mitad del whisky, la otra mitad la hace el clima y la barrica”, explicó Néstor, quien agregó que “lo fundamental es el agua, que este caso proviene de un arroyo de montaña”.

Informó que la planta tiene capacidad para elaborar un poco más de cien barricas por año, pero actualmente apenas envasan unas 30. “Pero vamos agarrando ritmo al trabajo, que normalmente empieza a las 6 de la mañana”, explicó. No en vano, poner en marcha una destilería lleva muchos años. El objetivo es vender whisky con no menos de 8 años de añejamiento, en lo posible 10. Las barricas son de roble americano.

Durante la recorrida por el emprendimiento, ubicado en un entorno natural de gran belleza, visitamos la sala destinada a la destilería propiamente dicha, donde están los dos alambiques de cobre puro, diseñados y construidos especialmente para el emprendimiento en talleres de Bariloche.

Contigua está la sala de barricas grandes y en otra casa, el depósito con barricas de guarda, obviamente sin ventanas y el cual siempre debe estar cerrado. Algunas barricas están hace varios años. A su lado está el salón de degustaciones, con panorámica vista al parque, con árboles frutales, flores y mesas con sombrillas. Es una habitación pequeña con una barra y tres o cuatro mesas.

A Néstor le gusta tomar whisky, disfruta de la bebida, lo que es un requisito indispensable para lograr un buen producto. La pasión, hace que las cosas se lleven a cabo con mejor onda y generalmente logran un resultado más positivo.

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