Hopsteiner visita El Bolsón

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Durante cuatro días cuarenta y dos productores de lúpulo de Alemania visitan la región cordillerana para conocer sus lupulares y cervezas artesanales. Los empresarios integran el grupo Hopsteiner que comercializa lúpulos alemanes, de la región de Baviera, en todo el mundo.

Los visitantes observaron la cosecha en la empresa Lúpulo de la Patagonia.

En su primera jornada recorrieron algunas cervecerías del “barrio cervecero” en Bariloche y el sábado viajaron a El Bolsón, donde observaron las plantaciones de la firma “Lúpulo de la Patagonia”, en el Camino de Los Nogales. Ofició de anfitrión Hernán Testa, ingeniero agrónomo de la firma. Presenciaron la cosecha y luego visitaron los galpones donde tiene lugar la separación de las flores de la planta, el posterior secado y prensado de los frutos.

Recorrida por los lupulares del Camino de Los Nogales.

Los alemanes indicaron a Visión Gourmet que el sistema de cultivo y cosecha es similar a los empleados en la región Hallertau, solo que allí no instalan tantos sistemas de riego por goteo, pues las precipitaciones son habituales. También les llamó la atención la vista hacia los cerros nevados que hay en El Bolsón, una imagen que no se da en Alemania.

La superficie cultivada en el país germano es muchísimo mayor: más de 15.000 hectáreas contra las 142 que totaliza la región del Paralelo 42. La región de Hallertau junto a los Estados Unidos son los mayores productores de lúpulo en el mundo.

Alexander Feiner, de Hopsteiner, junto a los sobres con producto peletizado de Lúpulo de la Patagonia.

Los visitantes quedaron asombrados cuando vieron funcionar los máquinas que separan las flores del tallo de la planta, que tienen más de medio siglo. En la primera chacra funciona una Scheibenbogen modelo 1959, fabricada en Landshut, Bayern Alemania. En Europa un modelo así apenas puede verse en algún museo, pero nunca en producción. Ponderaron el equipo que tienen los hermanos Omar y Marcos Buzian, una «hop picking machine», marca Bruff, fabricado en Inglaterra, que también funciona en forma magnífica.

Observando los «antiguos» equipos, que operan hace más de 50 años.

Indicaron que las equipos para el secado del lúpulo son muchísimo más prácticos que los patagónicos, con controles automatizados sobre el estado de cada variedad de lúpulo secado. Es como comparar un automóvil modelo actual con uno de los años 1950…

Corderos «cara negra» al asador, un manjar.

Al mediodía se sirvió un asado con carnes a la parrilla y corderos al asador. Aquí hubo unanimidad entre los visitantes. Todos ponderaron las carnes, acompañadas por el vino mendocino Doña Paula, un Malbec exquisito, cosecha 2013.

El almuerzo se sirvió al aire libre, en un hermoso parque.

Después del almuerzo, y previo a la recorrida por los lupulares, no faltó un picado de fútbol, donde el equipo local perdió por amplio margen. Los lupuleros y cerveceros de El Bolsón demostraron poca habilidad con la pelota y menos estado físico. No obstante, algunos reclamaron anti doping, pues aseguraron que los visitantes corrieron mucho pues habían tomado una gran cantidad de vino.

Después del partido, ambos equipos posaron para las fotos.

La caminata por los lupulares culminó en la fábrica de helados Jauja, donde los invitados fueron sorprendidos con dos helados con lúpulo, uno de ellos con la variedad Spalt, oriunda de Alemania. Reconocieron no haber probado nunca helado con lúpulo…

Preparando los helados de Jauja, con lúpulo

Camilo Mazzini, de Jauja, explicó en detalle cómo se elaboran ambos helados. La preparación se realizó en vivo, en las modernas instalaciones de la planta, en  el kilómetro 1.5 de la ruta 16 hacia Lago Puelo. El que lleva flores frescas de Spalt se sirve con crema de frambuesa y el que utiliza la variedad Cascade con naranja. En este caso se macera la flor del lúpulo con jugo de naranja exprimido, durante un día, luego se hace la pasteurización y se agrega un poco de azúcar. En ambos casos el resultado fue magnífico y los visitantes quedaron encantados con el producto.

Los visitantes ponderaron el helado con lúpulo patagónico.

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