La bodega neuquina Del Fin del Mundo (BFM), propiedad de las familias Viola y Eurnekián, compró la bodega NQN. Ambos emprendimientos están emplazados en San Patricio del Chañar (Neuquén) y mantendrán los productos con sus reconocidas marcas. La presente es la segunda inversión importante del grupo Eurnekián en emprendimientos bodegueros patagónicos, donde en el 2009 compraron la mitad de la bodega Del Fin del Mundo. Julio Viola afirmó que «con esta adquisición pensamos reforzar nuestra presencia en el mercado a la vez que potenciar las marcas de la bodega NQN tanto en nuestro país como en el exterior y afianzarnos definitivamente como bodega Patagónica referente.»
NQN Viñedos de la Patagonia cuenta con 160 hectáreas de viñedos, una bodega de 1,8 millones de litros de capacidad, una posada y 850 hectáreas para plantaciones futuras. Comercializa las marcas Picada 15, Malma, Malma Reserva y Colección NQN. Fue creada por el abogado neuquino Luis María Focaccia quien obtuvo un crédito del Instituto Autárquico de Desarrollo Económico y Productivo de Neuquén (Iadep).
Matías Gainza Eurnekián, cabeza de Corporación América para este proyecto, aseguró que “esta apuesta al crecimiento se encuentra alineada con la estrategia de la compañía que durante 2011 invirtió tanto en maquinaria como en la ampliación de la capacidad de la bodega en 1 millón de litros”. Recordó que también están realizando diferentes inversiones en el exterior, con olivares en Marruecos y viñedos y bodega en Armenia.
Juan José Larrondo, de la BFM, explicó que “la compra de NQN obedece a una estrategia de crecimiento y a la visión de que las marcas de NQN tienen un potencial muy interesante si las sumamos a nuestra estructura comercial. La situación mundial de la industria del vino requiere cada vez más de una escala apropiada a las duras exigencias de los mercados”. De esta manera, unificando ambas bodegas, el grupo dispone de 1000 hectáreas en producción y casi 5000 para futuros desarrollos. Se elaboran una decena de cepas (Malbec, Pinot Noir, Cabernet Sauvignon, Merlot, Tannat y Syrah entres las tintas y Chardonnay, Sauvignon Blanc, y Viognier en uvas blancas). Varios vinos obtuvieron importantes premios.
La BFM plantó vides en 1999 y comenzó a vinificar en el 2003, cuando inauguró el edificio de la bodega. Creció en forma sostenida y actualmente elabora cerca de 9 millones de litros de vino que comercializa en todo el territorio argentino (70% de su producción) y exporta el restante 30% a más de 34 destinos. Cuenta con el asesoramiento del prestigioso enólogo francés Michel Rolland y sus vinos han sido distinguidos en los concursos internacionales más importantes. Comercializa Postales del Fin del Mundo, Ventus, Newen, FIN, Special Blend Del Fin del Mundo y Reserva Del Fin del Mundo.
