La novena edición del festival de la cerveza artesanal, que cada año organiza la asociación civil Somos Cerveceros (SC), resultó un éxito y culminó tal lo programado: con una gran fiesta y mucha birra. Tres aspectos quedaron confirmados: la gran camaradería que reina entre los productores de cerveza, sean home brewer o grandes productores artesanales; el entusiasmo que tienen todos por aprender a cocinar buena birra y su apego por la comida y bebida, de las cuales consumen volúmenes impresionantes.
“Se trabajó mucho, pero todo salió muy bien. Estoy conforme”, resumió Tomás Vilariño, uno de los referentes de la organización local. Es socio de SC hace años y también logró medallas en sus concursos. En la presente edición integró el cuarteto organizador local junto a Emilio Ghirardi, Bruno Ferrari y Santiago Wesley.
Tomás reconoció que recibieron múltiples felicitaciones de los visitantes. “Fue la primera vez que el festival logró una gran integración entre los participantes, pues el hecho de compartir el avión, el hotel y los micros para asistir a las reuniones hizo que se convivan muchísimas más horas de lo habitual. Esto fue posible por la infraestructura que tiene esta ciudad y también por un programa que priorizó visitas y cenas conjuntas. En anteriores festivales la mayoría solo se veían en las conferencias y la fiesta final, pero el resto del tiempo estaban todos separados”, explicó.
Bariloche confirmó ser un destino turístico internacional y por ello la logística del festival fue correcta. Más allá de la demora inicial en bajar las valijas del avión charter (que insumió más de una hora) y la desbordada distribución del curanto en Colonia Suiza, todo resultó coordinado. Al arribo del vuelo chárter, en el aeropuerto local, todos los viajeros recibieron un ejemplar de la guía “Cervezas de los Andes” que publicó Visión Gourmet, sin cargo. “Les agradezco a todos la colaboración, no es sencillo organizar encuentros con más de 500 personas, siendo nosotros directivos aficionados, no promotores de eventos”, dijo Silvio “Buba” González, tesorero de SC, uno de los incansables integrantes del comité organizador, en la reunión de clausura del festival, en Puerto Rock.
Como es habitual en estos encuentros, toda la plana mayor de la comisión directiva de SC viajó a Bariloche. Su presidente, Sebastián “Foca” Nunell, Fernando “Nano” Taguato, Julián García, Hernán Castelani y Sara Otreras (la única mujer en un organismo monopolizado por los varones), entre muchos otros.
El clima también se sumó a la fiesta, y pese a los pronósticos desfavorables el sábado por la noche no llovió, lo que permitió que en los predios de Berlina y Blest se viva un gran encuentro al aire libre.
Clases magistrales
Sin duda las charlas y conferencias en dependencias de Bariloche Eventos y Convenciones (BEC) fueron lo central del festival. Estuvieron a cargo de expertos y en general todas tuvieron muy buena convocatoria. El hecho de tener dos salones y realizar las exposiciones en forma simultánea obligó a optar por una u otra. En algunos casos, como ser las charlas de Boris de Mesones, el salón lució completo y la conferencia paralela fue suspendida.
Las principales exposiciones se centraron en la elaboración de la birra. Boris de Mesones se refirió a las técnicas y diferentes métodos de lupulado y automatizaciones; Marcos Ragoni analizó diferentes tipos de aguas y los parámetros que influyen en la maceración, Paul Mentuccio las buenas prácticas de manufactura en establecimientos cerveceros; Bruno Ferrari explicó la necesidad de elaborar cerveza con calidad, premisa básica de la birra artesanal; Marcelo Cerdán detalló el uso de levadura activa seca y Emilio Girardi la formulación de recetas, balanceando perfiles. Sobre el lúpulo se refirieron los principales productores de El Bolsón: Klaus Leibrecht y Hernán Testa y también Armín Martín, de Lúpulos Puyehue (Chile).
Las maltas fueron abordadas por los profesionales de Weyermann, Frank Gauger y Axel Jany, el primero de ellos luciendo típica vestimenta tirolesa. También hubo exposiciones sobre el uso de toneles y barriles en la elaboración de la cerveza, la producción de birra con fermentaciones extremas y también los sistemas de rotulación con etiquetas autoadhesivas. Otras charlas se refirieron a los cursos para jueces internacionales, la Cámara de Cerveceros Artesanales de Argentina, los cursos de Cicerone para elaborar birra y la American Homebrewer Asociation.
No solo se habló de cerveza. Pablo Tognetti (creador de los single malt Alazana y Madoc) y el doctor Satulowsky se refirieron a los whisky que se elaboran en la Argentina.
En los recreos de café entre las clases magistrales se proyectaron videos de los auspiciantes y cortos de cervecería. En particular se destacó uno elaborado por los cerveceros de Entre Rios, agrupados en “Suru beer”, donde se elabora en broma una birra que lleva en su cocción el pescado típico del río Paraná, el surubí. Muy divertido y bien pensado el video.
En la planta baja de BEC se instalaron varios stand con diferentes fabricantes de insumos y productos cerveceros y empresas distribuidoras de artículos para elaborar birra. También Somos Cerveceros tuvo el suyo, con venta de artículos de merchandising y las botellas del mejor cervecero del año 2015, Ramiro de Diego, de San Martín de los Andes, una India Pale Lager, a la que se sumó la destacada Belgian Blonde elaborada por Diego Salanova. Ambas se cocinaron y envasaron en Antares, en botellas de 500 cm3 y se ofrecieron a un precio promocional de 50 pesos.
Como apuntamos, las charlas y conferencias fueron muy interesantes. Si bien no pudimos estar en todas, rescatamos interesantes conceptos. En nota aparte, publicamos un resumen de la primera conferencia de Boris, junto con la entrevista realizada por Visión Gourmet.
Uno de los grandes aplausos durante su exposición se lo llevó Klaus Leibrecht, cuando aseguró ante los presentes que la proyección futura de su empresa (productora de lúpulos) es “no venderle más a Quilmes y destinar toda la cosecha hacia la cerveza artesanal”. Sin dudas una frase bien pensada, que tal vez resulte difícil de cumplir, pero que refleja las históricas penurias de los productores lupuleros que vendían casi la totalidad de su cosecha a un único comprador, quien fijaba las condiciones de venta, el precio y la forma de pago.
Por lo pronto, Klaus aseguró que el año que viene el 40 por ciento de sus ventas serán para los artesanales. También presentó sus sobres con pelets de lúpulo de solo 100 gramos, envasados al vacío, un volumen destinado a los home brewer. También detalló las nuevas variedades plantadas y el mejoramiento de la calidad, dos aspectos muy reclamados por los productores artesanales.
Su colega, Hernán Testa, también tuvo su conferencia sobre lúpulos. Administra una empresa que triplica la producción de Leibrecht y por lo tanto evaluó que le sería imposible prescindir de Quilmes. No obstante, hace años que también abastece y colabora con los microcerveceros. Recordó que en El Bolsón aumentó mucho la variedad de lúpulos en los últimos cuatro años.
En la charla de Diego Setti y Diego Castro, sobre concursos cerveceros, se informó que en la actualidad hay 44 jueces BJCP, encargados de evaluar los certámenes nacionales. La primera promoción tuvo lugar en el año 2009 y allí egreso Emilio Ghirardi, residente en Bariloche. Desde entonces, tuvieron lugar 42 concursos oficiales en Argentina.
También informaron que en los 31 años que tienen los jueces BJCP en el mundo hubo 7.521 concursos, con más de 1.2 millones de cervezas evaluadas.
Argentina tiene su propia guía de estilos, con 34 familias de cervezas y 120 estilos, editada en el 2016. Sobre ella se basan los concursos cerveceros que agrupa SC.
En el festival se distribuyó sin cargo un ejemplar de la guía de buenas prácticas manufactureras para pequeños establecimientos cerveceros, del ministerio de Agroindustria de la Nación, entre cuyos agradecimiento se menciona a los barilochenses Francisco Santa Colona y Fidel Ayala, que colaboraron con la publicación.
Mucha camaradería
Como señalamos, una de las características del presente festival fue la camaradería entre los asistentes, producto de la gran cantidad de tiempo que pasaron juntos. Si bien solo 160 compartieron el avión y un poco más el hotel, todos asistieron a las charlas de BEC y también a los encuentros gastronómicos en Wesley, Berlina y Blest. Otro aspecto positivo fueron las visitas conjuntas a las principales cervecerías de la ciudad, que abrieron las puertas de sus plantas para compartir la elaboración de birra.
De esta manera, se visitaron las instalaciones de Bachmann, Berlina, Blest, Duham, Konna, La Cruz y Manush, donde sus propietarios y maestros cerveceros explicaron aspectos del proceso y obviamente convidaron cerveza a los visitantes.
Varios de los cerveceros que se movilizaban en automóviles particulares visitaron asimismo las instalaciones de Kunstmann y Patagonia, dos cervecerías un tanto “discriminadas” por SC, ya que forman parte de empresas que comercializan cerveza industrial.
La primera noche la cita fue en el predio rural de la familia Wesley, sobre la ruta al Llao Llao. Allí se compartió un asado a la parrilla, con abundante cerveza, aportada por los presentes en choperas y barriles propios. El complejo se sitúa en un lugar boscoso, lo que permitió que se armen diversos fogones donde los asistentes compartieron momentos de la noche.
El hecho de que las charlas comiencen a las 9 de la mañana y que muchos participantes se movilicen en colectivos, evitó las trasnochadas. No obstante, no faltaron los que emprendieron una recorrida por el barrio cervecero local, situado en el centro de la ciudad, que tiene 16 cervecerías y pub en un radio de dos cuadras.
La segunda noche la propuesta se centró en Berlina, de Colonia Suiza, y en el primer brew pub argentino, Blest, sobre la avenida Bustillo. Los hermanos Ferrari, de Berlina, inauguraron un fantástico deck al aire libre, que sin dudas será un atractivo en sí mismo de acá en más. Está ubicado frente a la planta cervecera y constituye el tap room de la misma. Hay lugar para grupos musicales y un sector central apto para un fogón y también un asado al asador.
El contenedor donde llegaron los tachos de cocción desde Estados Unidos fue utilizado para albergar una gran barra, con 12 canillas, donde se vende el merchandising de la marca y todas sus cervezas envasadas. Sin duda un nuevo atractivo para Colonia Suiza.
Cada persona que ingresaba al predio recibía un numero para el curanto y un vaso de vidrio con el logo del festival, para poder consumir cerveza durante la noche. Los números se distribuyeron para evitar los abusos de Wesley, donde algunos consumieron tres porciones de asado y otros solo accedieron a una. No obstante, la gran cantidad de gente desbordó un poco el servicio, por la presión de la multitud para obtener su porción en primer término. También hubo muy buena música y camaradería.
En Blest el brew pub fue acondicionado sin sillas y todos compartieron el lugar de parado. Actuó el grupo musical local El Alambique, que cautivó a los presentes. La concurrencia fue muy inferior a la de Berlina pero ello permitió que la gastronomía se disfrute a pleno. En primer término fueron servidas exquisitas tablas de picadas y luego pizza libre, en todas las variedades que ofrece la casa. Obviamente la cerveza también fue a canilla libre, de todos los estilos de a casa. La velada resultó magnífica. Tal vez no estuvo del todo bien que la mayoría de las autoridades de SC y los expositores sean trasladados a Berlina, pero es un detalle menor.
Gran cierre en Puerto Rock
Sin duda el mejor lugar para hacer la fiesta cervecera de cierre bajo techo que tiene la ciudad fue el puerto San Carlos. El único puerto sin barcos del mundo, donde solo funciona una pista de patinaje sobre hielo y un recinto de espectáculos.
En Bariloche el clima es mayoritariamente fresco y por ello es muy difícil organizar espectáculos al aire libre. En el festival se jugaron por Wesley (que no obstante tiene galpones cerrados) y sobre todo en Berlina, donde felizmente el clima acompañó. Pero era muy jugado programar la fiesta de cierre al aire libre.
En Puerto Rock hubo dos sectores de gastronomía y numerosos stands con expendio de cervezas, hechas en Bariloche y traídas por cerveceros visitantes. El lugar dispone de todas las comodidades que requiere una sala de espectáculos y todo se desarrolló en forma coordinada y amena.
Varios cerveceros llevaron birras especiales, elaboradas para la fiesta, como ser Gilbert, que llevó una IPA madurada en barrica de roble y Duham, que preparó una cerveza estilo francés y la Russian Imperial Stout, ambas muy ricas.
Las autoridades de SC agradecieron la buena convocatoria y también premiaron a los cerveceros sobresalientes del año, entre ellos a Federico Zanetti, nombrado “cervecero del año”, quien festejó con onda futbolera, llevado en andas por sus adeptos. Actuó el grupo de rock Estelares y resultó un digno cierre de fiesta.
