Las cenizas del volcán Puyehue alteraron los proyectos de numerosos habitantes patagónicos, en particular los que habitan en Villa La Angostura y la Línea Sur. En Bariloche el cierre del aeropuerto afecto muchísimo al turismo y en particular a la gastronomía, rubro en el cual cerraron numerosos restaurantes.
En el día de su sexto aniversario, el 27 de agosto, Gustavo Lanús y Erica Harsanyi decidieron cerrar Naan, uno de los ponderados restaurantes gourmet de la ciudad. “Hay que reinventarse”, afirmaron y para despedirse de sus clientes y amigos organizaron una animada reunión, donde no faltaron las súplicas de los asistentes para que “¡vuelvan a cocinar!”.
Al respecto, ante Visión Gourmet, ambos prometieron una buena sorpresa a partir de diciembre. Será una nueva propuesta, en un lugar diferente, más intimista pero con la impronta gastronómica que ambos supieron imponer en el inolvidable local del barrio Belgrano, con vista hacia la ciudad.
El bistro logró tener 24 cubiertos y supo cautivar tanto a los visitantes como lugareños. Mauricio Macri siempre los visitaba durante sus viajes de esquí pero también decenas de profesionales de Invap y también numerosos arquitectos locales, que no dudaban en organizar “reuniones de trabajo” en Naan.
Durante la velada de clausura, ambos anfitriones se mostraron distendidos y obviamente no perdieron el tiempo en cocinar. Atendieron personalmente a cada uno de sus invitados, en un ambiente distendido e informal. Por supuesto que no faltaron los buenos tragos, los vinos y espumantes que sirvió Erardo Cursio y sus colaboradores y variados bocaditos “autoservice” en las mesas del local.
Empresarios, profesionales, amigos y colegas gastronómicos concurrieron a saludar a los propietarios de Naan, un lugar que sin duda será recordado como un icono de la buena mesa local. Su propuesta siempre fue casera, diferente y deliciosa y los cocineros supieron combinar muy bien los sabores y lograr que cada plato sea recordado como único.
Uno de los temas recurrentes de la reunión fue el masivo cierre de restaurantes gourmet. El principal motivo fue la ausencia del turismo 4 y 5 estrellas, limitado en arribar por el cierre del aeropuerto. A fines del agosto del 2011 apenas mantenían abierta su puerta la mitad de los 16 lugares existentes en igual fecha del 2010.
Durante la temporada se despidieron i latina, Santos y Naan y cerraron sus puertas, al menos transitoriamente, Il Gabbiano, Butterfly, El Nido, Los Cesares, entre los más renombrados. Otros se mudaron, como Almazen de Sabores, que ahora atiende en Dina Huapi y algunos se reinventaron, como Tarquino, que cambió de nombre y propuesta culinaria, reemplazando sus carnes y platos gourmet por cerveza y pizzas a la parrilla, como “La Pinta”, en su magnífico local.
“La falta del turismo de buen poder adquisitivo afecto una franja muy importante de servicios. La hotelería y gastronomía de alta gama, los alquileres de automóviles, el casino y las clases de esquí fueron los rubros más afectados”, sostuvieron dos profesionales del Catedral.
En la calle Mitre pueden verse numerosos locales comerciales cerrados, por falta de ventas y sobre todo por los precios de los alquileres, con valores imposibles de afrontar ante la crisis.
La falta de turismo se complemento con una significativa restricción en cenar en restaurantes gourmet del público local, que vio como se redujeron sus ingresos. “De cada 10 clientes barilochenses que tenía apenas vienen dos”, explicó otro de los restauranteurs presentes. Recordó que así como cerró la mitad de los restaurantes gourmet cerraron numerosos emprendimientos de la cocina regional e internacional, parrillas y hasta pizzerías.