La metamorfosis de un taller textil en una planta cervecera dio origen a la cerveza Duham, donde trabajan los hermanos Adrián y Sergio Pedro Silva, junto a Franco, hijo del primero. El nombre, Duham, significa “memoria” en lengua mapuche y luce vistoso sobre una planta de lúpulo en flor, típica de El Bolsón. El emprendimiento familiar tiene una moderna y sobre todo prolija planta en la calle Saenz Peña al 1445, donde se elaboran una decena de variedades de cerveza.
Hace varios meses que la cerveza se vende en la primera cuadra de la calle Mitre, en tres locales con chocolates y productos gourmet y también en la chocolatería de la primera cuadra de Elflein. Tienen un muy buen packaging y prometen sumar adeptos en el mundo cervecero.
“Mi vinculación con la cerveza comenzó después de entusiasmarme con la convocatoria a un curso para elaborarla, que se dictó en Bariloche, por el grupo Hace Cerveza”, explicó Adrián. Finalizaba el año 2011 y la región cordillerana estaba tapada por las cenizas del volcán Puyehue. En el curso el incipiente cervecero se interiorizó sobre los conceptos básicos de la elaboración. “Lo mío siempre fue la proyección, diseñar y proyectar cosas, por ello tenía un taller textil y trabajo en la construcción”, detalló.
Compró las clásicas ollas para elaborar cerveza casera, de 40 litros, donde envasó su primera birra, similar a la que había hecho durante el curso. “Llevé la botella del curso y otra elaborada por mí a un campamento que hicimos en Colonia Suiza durante el verano y mis amigos ponderaron más la que elabore en casa y me alentaron para que siga cocinando”, afirmó. Se anotó en nuevos cursos y los fines de semana, preparaba cerveza.
Sergio vivía en Valencia, donde también trabajaba en la construcción, y durante las visitas a la región del Nahuel Huapi probaba y ponderaba las cervezas de su hermano. Habitual bebedor de cerveza (probó muchas en Europa) constató que su hermano tenía pasta de maestro cervecero.
En agosto del 2013 Adrián asistió a un curso destinado cerveceros con experiencia, algunos productores, al término del cual los ocho participantes llevaron sus cervezas a la última clase. Los profesores las evaluaron y luego las distribuyeron entre los cursantes, quienes también evaluaron cada producto, sin saber a quién pertenecía. “Todas las cervezas fueron degustadas, analizadas y criticadas y se otorgaron puntajes. Mi sorpresa fue mayúscula cuando constaté que las variedades que había llevado yo obtuvieron el puntaje más alto en cada categoría”, explicó.
Ante ello, decidió cerrar la fábrica textil (donde confeccionaban remeras, buzos y conjuntos para la nieve), vender todos los equipos, y comprar lo necesario para instalar una planta cervecera, que pueda producir 4.000 litros mensuales. “Mi hermano regresó de España y se sumó al proyecto y también mi hijo. Compramos los tachos en Villa María, Córdoba, e iniciamos el largo trámite para obtener la habilitación municipal”, explicó.
Dispusieron el lugar para el laboratorio, la sala de molienda, el depósito, la sala de elaboración (cocción y fermentación) y la cámara de frío para la maceración. También adquirieron una embotelladora y todo lo necesario para envasar cerveza en botellas y tanques. Se diseñaron las etiquetas, el logo de la marca y los paq con 3 botellitas de 355 cm3. La cerveza Duham fue presentada en sociedad en el Beer Art organizado en noviembre del 2014.
La planta dispone de dos ollas de cocción de 500 litros cada una y tanques de 750, que no obstante duplicarán su volumen a fines del 2015. En el invierno previo, los hermanos Pedro Silva, decidieron abandonar los trabajos en la construcción y solo dedicarse a elaborar cerveza.
Sus variedades clásicas son la Scottish Ale, Porter y Pampeana Dorada. No obstante, elaboran Kolsch, IPA, con frambuesa, ahumada y de chocolate. Todas se pueden pedir en tanques o botellitas. En su mayoría usan lúpulos de El Bolsón y algunas levaduras importadas. Una variedad muy ponderada resultó la rubia con lúpulo fresco, IPA Flower Power y también una variedad belga, que demandó 4 meses de maduración. Adrián y Franco están más en las tareas de producción y Sergio colabora pero se concentra en la logística y distribución.
En un futuro, los hermanos saben que volverán a la construcción, pues proyectan una cervecería, con planta a la vista; esto significa tener su propio brew pub. “Pero para ello falta mucho, vamos paso a paso, nunca nos vamos a apurar”, afirmaron.