Sin ninguna duda la bodega Canale es referente de los vinos patagónicos. No solo por elaborar tintos y bancos de renombre mundial y tener más de cien años, sino por constituir un ejemplo de empresa familiar. Está ubicada a 8 kilómetros de la ciudad de General Roca, entre la ruta 22 y el río Negro. Tiene capacidad para almacenar 3.2 millones de libros y elabora anualmente 1.2 millones de botellas. Los vinos se comercializan en Argentina y Sudamérica y también en numerosos países del hemisferio norte.
La empresa es dirigida por el ingeniero Guillermo Barzi Canale, cuarta generación familiar, quien tiene un equipo calificado de colaboradores, técnicos, enólogos y gerentes de diferentes áreas. Juan Garabito se ocupa del área comercial, pero también se encarga de las promociones, el marketing y otras acciones. Juan es un gran amigo de Visión Gourmet y fue un verdadero honor que nos reciba en la bodega, un lugar donde no solamente trabaja hace años, también vive en el interior de la chacra que alberga el emprendimiento.
No es el único, unas 40 familias viven en la chacra y se ocupan de diferentes tareas. Cabe recordar que además de las viñas crecen allí decenas de hectáreas con frutales, que ocupan un 80 por ciento del amplio predio.
La historia recuerda que todo comenzó hace más de un siglo, y que en 1909 la empresa fue fundada por Don Humberto Canale, uno de los pioneros de la vitivinicultura en el Alto Valle. Para instalarse y comenzar con los trabajos importó la mayoría de los equipos y las herramientas que demandó la bodega. La región adquirió la categoría de “terroir específico” y pronto los vinos comenzaron a venderse en Buenos Aires.
Garabito recordó que hace medio siglo en Río Negro había alrededor de 300 bodegas, la mayoría con producción de vinos de mesa. Luego la matriz económica y comercial cambió y la región se especializó en fruticultura. Hoy los productores de vinos no superan la veintena. Una de las principales diferencias con Mendoza la marca el clima, que influye en el rendimiento. En Cuyo se obtienen 40.000 kilogramos por hectárea, mientras que en el Alto Valle se obtienen en promedio 20.000. Para los vinos premium, el volumen baja más aun, con rendimientos inferiores a los diez mil kilos por ha. Por ello, la actual tendencia es especializarse en vinos de alta gama y también en espumantes, que logran muy buena calidad con las uvas valletanas.
En Canale se cultivan uvas tintas Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Merlot, Malbec, Cabernet Franc y entre las blancas Sauvignon Blanc, Semillón, Torrontés y Viognier. Garabito indicó que “el Merlot y el Pinot Noir han desarrollado en el Alto Valle características únicas, que diferencian notablemente los vinos de esta zona de los del resto del país”. La bodega supo tener muchos enólogos y actualmente los trabajos son dirigidos por Horacio Bibiloni.
Envasan una amplia gama de vinos e inclusive elaboraron un vino mezclando uvas del Alto Valle y Mendoza: “Dos Cielos”, cosecha 2004. El Canale Intimo, cabernet Sauvignon y el Semillón son todo un clásico. También los Marcus Gran Reserva, creados por el enólogo danés Hans Vinding Diers, hace ya más de una década.
Al cumplirse en el 2009 el centenario de la bodega, obviamente se tenía que preparar un vino ad hoc: así nació “Centenium”, que hoy en día es el vino ícono de la bodega. Se elaboró con uvas cosechadas en el año 2005, con viñedos de Malbec de 31 años, Merlot de 37 años y Cabernet Franc de 15 años.
Garabito explicó que ”el proyecto se comenzó a gestar a mediados del 2004 y se determinó que incluiría la cepa ideal de la Patagonia, la emblemática de Argentina y un condimento sutil del Cabernet Franc, que también se da muy bien en esta región”. Se eligieron tres parcelas y se realizó todo para obtener las mejores uvas. El Merlot se crió 18 meses en barricas de roble americano y las otras dos cepas en roble francés. El blend se envasó en botellas italianas de 1.5 litros, en septiembre del 2006 y permaneció en guarda hasta mayo del 2009, cuando se festejó el centenario.
Es un vino de gran personalidad, un excelente homenaje al fundador de la empresa, el ingeniero Humberto Canale. De color rojo profundo, con marcadas tonalidades violáceas, tiene aroma a frutos rojos y negros, con notas de vainilla y chocolate. El sabor es untuoso, con taninos maduros que dan sensación de dulzura. Se envasaron un total de 2.500 botellas, que admiten una guarda de 15 años, y pueden adquirirse en la bodega.
Canale dispone de un variado programa turístico, con visitas guiadas y eventos corporativos. Las primeras se realizan de martes a viernes, a las 10:00 y 16:00, y duran unas 2 horas. Se recorren los viñedos, la planta de fraccionamiento y luego se visita el museo, donde tienen lugar las degustaciones. Se pueden ver magníficos toneles antiguos, con capacidad de más de 50.000 litros, y obviamente los modernos tanques de acero y las barricas de roble.
El salón principal de la bodega es lugar frecuente de fiestas, casamientos, agasajos y también eventos corporativos educativos. Garabito destacó que frecuentemente se organizan desfiles de modas, conciertos y espectáculos musicales y cenas con entrega de premios de competencias de autos antiguos.
También se organizan visitas especiales para los colegios, sin cargo, donde también se explica el proceso de elaboración frutícola que tiene la empresa y la degustación obviamente se hace con jugos.