La velada en el hotel internacional tuvo lugar en el salón Llao Llao, que fue dispuesto en formato de coctel: mesas bajas y decenas de banquetas, para unas 300 personas. El equipo de cocineros que dirige Federico Domínguez Fontán preparó una gran variedad de delicatesen, en formato finger food, y luego una exquisita cazuela caliente de cordero que se acompañó con el vino Rutini Malbec. Para todas las especialidades se preparó además una amplia barra con variedad de tragos, bajo la dirección de reconocida sommelier Inés de los Santos.
Asistieron el gobernador provincial, Alberto Weretilneck, la intendenta municipal, María Eugenia Martini, el intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi y Damián Mugica, entre otras autoridades.
La historia del hotel y del barco insignia del lago está relacionada con el desarrollo del turismo y también con el patrimonio, ya que ambos fueron declarados Patrimonio Histórico Nacional. Sus imágenes recorrieron el mundo y son referentes de Parques Nacionales en la Patagonia.
El hotel y la motonave forman parte del proyecto ideado para desarrollar la cordillera patagónica en base a tres importantes y decisivos factores: la necesidad política de afirmar la soberanía nacional; el desarrollo de la creada Dirección de Parques Nacionales y el impulso al turismo en la zona austral del país.
Esta política tuvo un activo impulsor, Ezequiel Bustillo, quien al conocer Bariloche y el Nahuel Huapi, quedó deslumbrado por el paisaje y las posibilidades de la región. En su cargo de presidente de Parques realizó varias obras emblemáticas para la región del Nahuel Huapi (Cerro Catedral, Puerto Blest, Isla Victoria y Bosque de Arrayanes, Iglesia Catedral, Centro Cívico, Puerto Pañuelo) y también el hotel Llao Llao y la Modesta Victoria.
El hotel fue diseñado por el arquitecto Alejandro Bustillo y se inauguró oficialmente el 8 de enero de 1938, siendo administrado por el Hotel Plaza de Buenos Aires. Al poco tiempo, el 26 de octubre de 1939, un pavoroso incendio lo destruyó. Pero solamente trece meses después, el hotel fue nuevamente inaugurado. Luego de la reinauguración su prestigio mundial se consolidó definitivamente y su imagen, al igual que la Modesta Victoria, daría la vuelta al mundo.
Una mala administración y erróneas políticas llevaron al cierre del hotel, en 1975. Durante el período en que estuvo abandonado, sufrió un devastador saqueo que afectaría muebles, equipamiento, revestimientos y materiales diversos.
En 1991 la Administración de Parques Nacionales lo adjudicó a la empresa Llao Llao Holding S.A., que también se encargó de su remodelación y reconstrucción. En 1992 fue adquirido por sus actuales propietarios, Llao Llao S.A. Quien continuó los trabajos de remodelación y una nueva ampliación, hacia el lago Moreno.
En total el hotel tiene 205 habitaciones y puede albergar unas 450 personas. Llao Llao es miembro de “The Leading Hotels of the World”, empresa que se especializa en evaluar las calidades de las hoteles 5 estrellas que quieren obtener la distinción de «hoteles de lujo». Recibió varios premios por su calidad y servicios y supo ocupar los primeros lugares en varios rankings de hoteles del mundo.
Dispone de una cancha de golf, servicios de Spa, y excelente gastronomía. Al hotel tradicional se anexo el Ala Moreno, con 42 nuevas suites, 6.000 m2 cubiertos de habitaciones y una recepción con bar, en de 3 a 4 pisos, en secuencia lineal ondulada, recostadas sobre la ladera que mira hacia el lago. Las reuniones de presidentes y las convenciones más importantes que tuvieron lugar en Bariloche se llevaron a cabo en sus instalaciones.
A los postres, el artista plástico Pablo Bernasconi proyecto un video animado con sus características obras, pero en este caso, diseñando tanto a la embarcación como al hotel. Además, se descubrieron cuadros gigantes con cada una de las obras, que fueron destinadas a las dos empresas y a la municipalidad de Bariloche.
A la hora de los discursos el gobernador felicitó a ambas empresas por el aniversario y convocó a la comunidad a trabajar unidos, destacando que este “es un momento histórico de unidad entre Río Negro y Bariloche”. La intendenta recalcó el trabajo de todas las personas que se desempeñan en ambas empresas, destacó la importancia de haber recuperado el Llao Llao y habló de la importancia turística que el hotel y el barco tienen para la ciudad.
El gerente general de Llao Llao Hotel & Resort, Carlos Burgoa, destacó el compromiso y responsabilidad que le genera llevar adelante, junto a más de 400 trabajadores, un establecimiento que ha sido parte activa de la historia de Bariloche y la región, y Martín Olavarría, miembro del directorio de Turisur, se mostró muy feliz y satisfecho por poder haber mancomunado los festejos de estos dos emblemas de la ciudad “como Bustillo lo había pensado”.
