La cervecería Blest tuvo un 2017 espectacular y el 29 de septiembre festejó el primer aniversario de su pub Melipal, sede del club cervecero. La empresa amplió su planta de elaboración de cerveza y también proyecta la apertura de otro pub y restaurante, en el corazón del barrio cervecero barilochense. En 2017 abrieron su Taproom en el kilómetro 13 de Bustillo, crearon cuatro nuevos estilos de cerveza y obtuvieron tres importantes premios en concursos internacionales. Mariangeles “Maru” Lapenna e Ignacio “Nacho” Mochnacz son los referentes de un gran equipo de trabajo que se apoya en la estructura familiar y suma otros cuarenta colaboradores. “Trabajamos mucho y los resultados son positivos, por ello, lo principal es agradecer y felicitar a todos los que trabajan en Blest, esto es mérito del equipo”, dijo Maru. En especial destacó el apoyo de su padre, Danilo, quien diseñó la empresa que hoy dirigen sus h¡jos y sobrinos. También mencionó a su tío Adrián, el padre de Nacho, y a su marido, Matías Avalle, quien “me acompaña siempre”.
Hay que destacar que el pub de Melipal no mantiene el formato del que tenía Blest en el kilómetro 11, pero reúne más gente y generalmente opera a pleno. La masiva concurrencia obligó a achicar la carta gastronómica y priorizar la oferta de pub sobre el restaurante. También la música es más fuerte y la iluminación menor. Y concurre mucha más gente.
“Tenemos una gran cantidad de clientes que hace años concurren a Blest, que se hizo socia del club y que acepta este nuevo formato”, explicó Maru. Dijo que la cerveza más demandada es la IPA, en especial por los varones, y la scotch por las chicas. También hay fanáticos de otros estilos, habitués de Blest, que piden las clásicas Stout o Pilsen, que se elaboran hace más de 20 años.
En materia gastronómica lideran los pedidas las pizzas, hamburguesas y papas, en diferentes variedades, platos que salen muy rápido. Pero también tienen buena demanda el goulasch, las tablas de ahumadas o el “Chucrut full”, un medallón de cerdo con salchicha ahumada, chucrut a la cerveza negra, rotkol, puré de papas y manzana y dips de mostaza de Dijón, cebolla caramelizada y papas alemanas. También el “Dubblin Coddle”, clásico plato irlandés, elaborado con chorizo, carne de novillo, panceta, longaniza ahumada y sidra, servido dentro de un pan de campo. Dos clásicos de Blest.
La empresaria reconoció que la gente pretende que la comida salga tan rápido como la cerveza, lo que resulta imposible. “La cerveza artesanal se sirve desde la chopera al ser pedida y la comida de elaboración casera también se prepara en el momento. Cada una tiene su tiempo”, explicó.
El club cervecero creado por Blest resultó un éxito y pronto supero medio millar de socios, que tienen una tarjeta que permite sumar puntos con las consumiciones y obtener beneficios. Además del club cervecero en Blest se junta la gente de Bariloche Cultura Custon, amantes de los automóviles clásicos y la buena cerveza.
A lo largo del año las cervezas elaboradas por Ignacio obtuvieron tres importantes premios, en el South Beer Cup y en la Copa Argentina. En el primero fueron premiadas la Amber Hop (plata) y Scotch Ale (bronce) y en la Copa Argentina la cerveza negra azteca chocolate obtuvo la medalla de oro.
Su portfolio lo integran las cuatro cervezas tradicionales: Pilsen, Bock, Scotch Ale y Cream Stout; las saborizadas: Frambuesa, Honey Queen y Azteca Choco Porter; y los estilos nuevos: Hot Shop IPA, Slow Barley Wine, Nahuelito Black IPA y la Amber Hop.
Para fin de año Blest inaugurará su nuevo local en Neumeyer, que tendrá un pub en su planta inferior y un restaurante en el primer piso. Maru dirigirá los dos y ya prepara un equipo de trabajo para que todo fluya como en Melipal.
En octubre abre la primera franquicia en la ciudad de Buenos Aires y también deberá llegar el nuevo brewhouse para la planta de elaboración en el barrio Ñireco. Ignacio informó que será instalada en forma independiente de la actual, que continuará operativa.
Blest transita su 29 año en Bariloche. Como siempre, con mucho trabajo y buena cerveza.