Día viernes. Horario nocturno. Momento ideal para subir al refugio Berghof, en el cerro Otto, y disfrutar de la ya tradicional cena cultural en plena montaña. Se come a la luz de las velas, con magnífica vista hacia la ciudad de Bariloche y el lago Nahuel Huapi. Es un momento donde se comparte el espíritu de montaña, la gastronomía y la cultura.
“En general convocamos a músicos, pero también hay noches con teatro, poesía y alguna película corta”, explica Claudio Fidani, alma mater del lugar, guía de montaña, rescatista y refugiero hace más de un cuarto de siglo en el refugio San Martín, aledaño a la laguna Jakob.
“Sturm und drang” (tempestad e ímpetu), constituye una recreación del espíritu cultural que se vivía allí con el pionero del andinismo nacional, don Otto Meiling, quien vivió en el lugar durante varias décadas. Hacía alusión a un movimiento literario, musical y plástico de finales del 1700 en Alemania, precursor del romanticismo, que entre otros creadores contó con el escritor Goethe.
Hoy con el recuerdo vívido de Meiling y Vojko Arko (quien escribió un libro sobre el alemán) deambulando entre las lengas del cerro Otto, Fidani, apuesta a reconstruir aquel clima de artistas y gente de montaña. “Queremos recrear aquel ánimo que se vivía en estos refugios, en el que había mucha iniciativa cultural mezclada con la pasión por la montaña”, refiere Fidani.
Así puso en marcha los eventos de viernes (que también tuvieron lugar los jueves o sábados), a los que denominó “Sturm und drang”, en los que recibe en el Berghof a una treintena de comensales y ofrece gastronomía regional y un espectáculo artístico. Cabe recordar que el refugio construido por Meiling se quemó en noviembre del 2011 pero el Club Andino Bariloche, propietario del lugar, construyó uno nuevo, en formato restaurante y con lugar para los espectáculos.
El menú es fijo y tiene una entrada, un principal y postre. Los días de carne, hay menú vegetariano opcional. El menú se acompaña con una copa de vino o cerveza artesanal pero hay opción de repetir la cerveza y también pedir una botella. El lugar tiene cuatro mesas grandes, que admiten unas ocho personas cada una.
En general se presentan músicos de Bariloche pero la fama y magia que tiene tocar en ese lugar hizo que también se presenten músicos con trayectoria nacional, durante sus visitas profesionales a Bariloche. Todos los géneros tienen lugar y pese al reducido espacio del escenario llegaron a presentarse bandas de varios integrantes.
Durante la última visita de Visión Gourmet se presentó Diego Díaz, un reconocido músico clásico local, con su violoncelo en dúo con la colega y también profesora Silvia Fornes, en piano. Interpretaron temas se Schubert, Mendelsohn y otros compositores clásicos, ante el aplauso de los asistentes. “Un lugar especial, un recinto donde los músicos tocamos con entusiasmo, ya que tiene un clima especial”, explicó el artista. Agregó que el Berghof “abrió una puerta muy grande para la cultura de Bariloche, es un recinto diferente, pero al cual concurro con especial gusto”, agregó.
Subiendo en automóvil el Berghof está a sólo 15 minutos del centro de Bariloche (por el camino que nace en el kilómetro 1,5 de la avenida Pioneros, frente a la estación de servicio). Está situado entre Piedras Blancas y la Confitería Giratoria, frente al Centro de Esquí Nórdico. Desde el vehículo se baja unos 200 metros por un sendero en el bosque, un paseo mágico, que requiere llevar linterna frontal para mejor tránsito.
El menú es fijo pero varía, al igual que las propuestas culturales. Es indispensable realizar la reserva previa al teléfono del refugio (0294) 154-271527 o 154-323654.