Langostinos crocantes, quiche de peras, roquefort y cebolla, lomo de ciervo con chutney de rosa mosqueta, trucha Limay con reducción de cítricos y langostinos, son algunos de los platos que resaltan en la selecta carta de Batistín, uno de los contados restaurantes de hotel de Bariloche, con una impronta propia y abiertos a todo público.
Inserto en la era moderna de los restaurantes de hotel, lejos de antiguos tópicos que atribuían escasas experiencias gastronómicas a los comedores hoteleros, destacados establecimientos de Bariloche reciben al público en general, con una variada propuesta culinaria.
Si bien los hoteles suelen ofrecer tentadores paquetes con descuentos para los residentes en la región, ideales para disfrutar de una escapa cerca de casa, sus restaurantes están abiertos para los que quieran deleitar sus paladares con variedad de exquisiteces, acompañados de la mejor atención.
Reservar mesa en Batistín es una condición previa que permite desfrutar de una experiencia boutique. El restaurante pertenece a las instalaciones del Hotel & Lodge Villa Huinid, ubicado sobre la Av. Bustillo 2.600.
Su decoración es impecable, tanto que equilibra la falta de ventanales, haciendo del lugar una experiencia única para los que quieran experimentar la intimidad de una noche especial en compañía de familia o amigos.
Los platos que se ofrecen son sinónimo de la cocina regional, una carta sencilla que resalta los sabores de las carnes, frutas y verduras típicas, como el ciervo, jabalí, trucha, rosa mosqueta y la variedad de frutos rojos que se cosechan en la región del Paralelo 42.
A estos gustos particulares se suman otros de raíces latinoamericanas, de los cuales, Max Galván, jefe de cocina del hotel, posee vastos conocimientos, por sus estadías y recorridos por países que expresan, a través de la gastronomía, sus más destacadas tipicidades. Carlos López y Alex Antona forman parte de su equipo de trabajo en la cocina y Rebeca Leal Díaz es la gerente de A&B, con quien coordinan los insumos que requieren para las elaboraciones. Juntos también organizan los eventos sociales y empresariales que se realizan en salones del hotel, con capacidad hasta 200 personas.
Galván explicó que las visitas del público local han aumentado considerablemente, lo cual garantiza el cambio que se ha ido generando frente a los establecimientos hoteleros, que no ofrecen sus servicios gastronómicos a visitantes que no sean huéspedes de las instalaciones. Remarcó que el restaurante no busca la independencia económica frente al resto de los servicios, sino más bien extender su oferta y dar a conocer sus particularidades.
Batistín cuenta con 46 cubiertos y una cava con innumerables vinos de las bodegas más reconocidas del país.
Así mismo, es una maravilla disfrutar, sin ser huésped del hotel, del desayuno gourmet en el salón Patagonia, frente al jardín, con vista al lago Nahuel Huapi. Tiene elaboración de panadería y pastelería casera, dulces, yogures, fiambre y variedad de platos que hacen a un desayuno americano.
El lobby bar del hotel también dispone sus servicios, con una amplia barra para cocktails y variedad de tragos, cafés y postres regionales que acompañan a disfrutar del paisaje.