Desde sus primeras etapas de organización, la difusión del evento en la región rápidamente cobro vuelo a través de los medios de comunicación y redes sociales que colmaron con buenas expectativas esta primera edición del Beer Art en Bariloche, trabajo que finalmente dio sus frutos en una fiesta que merecidamente fue un éxito.
Las actividades en torno al arte de elaborar cervezas se extendieron a lo largo de tres días, con cursos para principiantes y profesionales, catas y degustaciones y una feria de cervezas, buena gastronomía y shows en vivo que logró reunir a centenares de visitantes locales y turistas en el gimnasio Pedro Estremador.
Las cervecerías locales, integrantes de la Asociación de Cerveceros Artesanales Bariloche (ACAB), que participaron fueron Bachmann, Berlina, Blest, Gilbert, Konna, La Cruz, Prosit y Yesca. Todas llevaron sus tanques y choperas para que todos puedan degustar sus cervezas. Así mismo, las cervecerías “caceras” tuvieron su stand, donde la producción para el consumo particular demostró un importante crecimiento.
Entre las invitadas, la feria pudo contar con la presencia de la cerveza El Bolsón, la más tradicional de la cordillera, Bahía Creek de General Roca y Esterlina de Cipolletti.
Entre las cervezas, se pudieron degustar también algunas saborizadas, como las de miel o frambuesas, incluso hubieron algunas aptas para celíacos.
Todas las variedades pudieron maridarse con diferentes especialidades, sándwiches vietnamitas, daneses con gavlax y tártare que preparó Nicolás López. Buena aceptación logró el vietnamita, con pan franés, paté de cerdo, picles de pepino y zanahoria, mayonesa y cilantro. Otra opción fueron los nachos con queso cheddar, a cargo de Marcas del Sur, que van muy bien con la cervea.
Richard Oyarzún, uno de los referentes de la buena mesa local, chef del restaurante del Club Náutico, aportó con una tentadora variedad de rabas, cornalitos, ceviche, pinche de langostinos y mejillones. En otro stand, Alejandro Gilbert, de El Establo, hizo lo suyo con su infaltable gulasch, empanadas, pizzetas y salchichas con chucrut.
También se pudo apreciar un stand con plantas de lúpulo, flores, incluso algunos rizomas y plantines para que los paseantes puedan llevarse a casa y otro stand con muestras de diferentes maltas importadas. Por supuesto, no podemos dejar de mencionar la asistencia de varias organizaciones cerveceras nacionales, cuyo fin es capacitar a los cerveceros, dictar cursos, organizar catas y simplemente juntarse para disfrutar de las rubias, coloradas o morenas, todas burbujeantes.
Sin duda un evento donde el arte de hacer cerveza reunió a productores de toda la región y a los aficionados ansiosos de darse el gusto de conocer y degustar las diferentes variedades de un rubro que, según documentos fotográficos, viene trabajando en materia cervecera desde el año 1915, lo cual seguramente permitirá organizar para el 2015 un gran encuentro para festejar los primeros 100 años desde aquel primer día donde la cerveza tuvo en Bariloche, y más precisamente en la zona del Cerro Runge, a su primer productor local.
Durante el primer día de apertura, Daniel Dannemann, alma mater de este evento, recordó que “la idea surgió a raíz de las cenizas, como un evento más para poder empujar y hacer que el turismo tenga nuevas herramientas y nuevos motores para poder promover y competir en materia de oferta. Así nace la fiesta de la cerveza artesanal local».
En este mismo marco de lanzamiento, y en presencia del secretario de Turismo municipal, Fabián Szewczuk, Juan Salguero, secretario de Turismo de Río Negro y empresarios del sector cervecero de Bariloche, el intendente Omar Goye afirmó tener «una gran felicidad por este emprendimiento nuevo, porque creo que todos los que vivimos en Bariloche necesitamos que nuestra principal actividad vaya creciendo. Y una forma de hacerlo es a través de este evento. Felicito la conformación de esta nueva asociación de cerveceros artesanales y, sin lugar a dudas, creo que a partir de esta primera edición va a quedar instalada como una fiesta tradicional».
Como era de esperar, la fiesta duró hasta pasada la medianoche y todo indica que será un evento tradicional para Bariloche, que tiene por objetivo difundir la principal bebida que se elabora en la zona.
