La iniciativa solidaria ya tiene nueve comercios adheridos en Bariloche donde las personas que tienen necesidad de tomar un café y no disponen de recursos para pagarlo pueden concurrir y simplemente tomarlo. «Café pendiente» nació en Nápoles y se expandió hasta Bariloche.
¿De qué trata? Un cliente deja pago un «café pendiente» y una persona en situación de calle puede ingresar y pedir el café que otro pagó. La modalidad se expandió rápidamente y en Bariloche no faltan las personas solidarias, una de ellas es Sol Gadea, la impulsora del proyecto local, quien recorrió algunos café llevando la iniciativa en busca de voluntades.
Ya son 9 los café solidarios pero ahora faltan quienes conozcan la propuesta e ingresen a pedir el café para afrontar el frío.
En Gino, un tradicional café de la calle Mitre, ya hay 24 café pagos que algún cliente que pasó, se enteró y dejó sus 10 pesos equivalente al café chico. Pablo Sánchez explicó en este lugar se implementará una modalidad especial, ya que entregarán un café grande, chocolate o la infusión que prefiera la persona, con una medialuna que por cada «café pendiente» dona el panadero que provee al local. Pablo anota en la pizarra que tiene el local en la puerta de acceso la cantidad de pendientes, cada uno con un corazón.
También Mondela, de José Echeverría, en sus locales de la calle Gallardo y enla Galeríadel Sol, participa del proyecto solidario. Allí hay un tarro de vidrio, donde se colocan los cupones de los “café pendiente”. Con solo llegar y pedir un tickets, se entrega el café calentito.
Otros comercios adheridos son “María Bar”, en Morales y Belgrano, El Origen, Panadería Azul, That 70 coffe, en la calle Gallardo, Don Mario, en Quaglia, y Wuassa de Palacios.
Algo sorprendente es que esta modalidad se expandió rápidamente por las redes sociales y «café pendiente» tiene su propio Facebook donde ya suma casi mil seguidores. Por esa vía, muchos se enteran y acuden a alguno de los café adheridos para simplemente dejar pago un café, aunque no sean clientes habituales del lugar.
Sol Gadea, la promotora en Bariloche explicó que la idea surgió cuando una amiga que reside en Puerto Madryn conoció el proyecto que cuatro jóvenes importaron desde Italia a Buenos Aires. Y entonces se les ocurrió instar a que los cafés de Bariloche repliquen el programa. «Me gusta ayudar y no pensé que iba a tener la repercusión que tiene», dijo Sol que personalmente comenzó a visitar los cafés del centro, contar el proyecto de origen italiano y sumar así voluntades.
Ahora está abocada a difundir la idea entre las personas en situación de calle para que se acerquen a consumir algo caliente. Por eso preparó afiches que repartió en Iglesias, el hospital y en el hogar Emaús, donde se alojan personas en situación de calle.
Muchos de los bares adheridos ofrecen el café en taza pero también en recipientes para llevar, lo que facilita el servicio.