Los Bachmann vivieron durante años en la segunda cuadra de Elflein, donde también nació la cerveza que lleva el apellido familiar. Durante un tiempo se mudaron, y abrieron su brew pub en V.A.O’Connor y Diagonal Capraro, pero a fines del 2013 volvieron con una nueva cervecería a Elflein y Quaglia. “Es una alegría volver al barrio”, afirmó Andrés Llanes, cuyos tres hijos varones están al frente del local.
Pablo (28 años), Hernán (24) y Manuel (22) administran el pub-restaurante, que abre sus puertas al mediodía y cierra después de la medianoche. Allí pueden degustarse las tres variedades de cerveza que elabora el grupo familiar con las ponderadas pizzas y nuevos platos pensados para acompañar las rubias, morenas y rojas espumantes.
“Todos hacemos de todo, pero algunos roles están diferenciados”, explicó Hernán, quien prioriza la coordinación de las tareas. Manuel está generalmente a cargo de la cerveza y las choperas y Pablo es amo y señor de la cocina, ya que estudió para cocinero.
Si bien los hermanos tenían idea de arrancar con un proyecto vinculado a la cervecería familiar, el local les llegó a las manos en forma casual. “Nos lo ofreció una inmobiliaria y nos entusiasmamos, ya que volvíamos al barrio donde nos criamos y las instalaciones reunían todo lo necesario para poner un pub y restaurante. Hasta horno de barro tiene, ya que antes funcionó en sus instalaciones la pizzería La Barra”, explicó Manuel.
Pablo diseño la carta y dirige la cocina. Estudió gastronomía con Emiliano Schobert, director de la Escuela El Obrador (con quien además sale a pescar), y también trabajó en varios restaurantes de Perú, donde además cursó en la escuela Cordón Blue. En la carta se pueden encontrar 9 variedades de pizzas, grandes y chicas y también hay empanadas.
Probamos el chucrut (muy bien preparado), que viene con salchichas y cerdo, mostaza artesanal y papas rústicas. Este plato, sobretodo el chucrut, se prepara con una receta ancestral de la familia Bachmann. También el salmón rosado resultó perfecto, un plato por cierto atípico en una cervecería, acompañado por papas rústicas y ensalada. Otras opciones son la trucha al limón, milanesa de ternera, ojo de bife y pollo grillé.
Las pizzas y empanadas pasan infaltablemente por el horno de barro, pero también se suele preparar allí alguna trucha o salmón. Durante el verano hay mesas en la vereda, donde se puede degustar una birra con vista hacia el centro de la ciudad.
Las cervezas mantienen el sello de Andrés Llanes, otro ex empleado de Invap que es exitoso elaborando cerveza. En la rubia, Pilen clásica, tipo Lager, con una graduación alcohólica del 5.2 %, predomina el sabor de la malta y el aroma del lúpulo Saaz, mientras que en la negra, también Lager, de color marrón oscuro, se distingue el sabor a las maltas tostadas y a caramelo.
Durante nuestra visita, pudimos probar las dos cervezas rojas, tipo Ale. La Ambar, estilo escocés, con 4.8 % de alcohol, de sabor dulce a maltas caramelo, es una cerveza suave y noble, mientras que la IPA (Indian Pale Ale) estilo inglés, con 7.5 % de alcohol, color rojizo fuerte, es bien amarga, de aroma intenso y de color fuerte por las maltas caramelo que lleva. En breve estará para degustar la nueva cerveza Kolch, una rubia liviana, ideal para tomar en el caluroso verano.
Abierto el local se integró en forma rápida al tour cervecero que tiene lugar por el barrio. Jóvenes y adultos recorren las diferentes cervecerías para probar sus productos. En la actualidad hay una docena de locales y ocho marcas diferentes de cerveza artesanal para degustar.