Por primera vez, la organización del The World’s Best Sommelier Competition, certamen que se realiza desde 1969, ha resuelto llevar a cabo la XV Edición en tierras argentinas. La sede será la flamante Capital del Vino, Mendoza, donde se preparan para recibir a unos 700 extranjeros. Las bodegas patrocinarán el evento, que se estima ascenderá a 600.000 dólares. “Es una oportunidad única y un logro conjunto”, aseguró Paz Levinson, candidata argentina –oriunda de Bariloche- que llega por segunda vez al mundial para enfrentarse a los más notables candidatos del globo.
Su carrera profesional se ha convertido en un ejemplo fehaciente de capacidad y talento. Cuando en 2013 representó a la Argentina en el mundial en Tokio (Japón), cientos de seguidores la alentaron frente a los más de 60 contrincantes del globo. Paz clasificó décima primera, lo que la convirtió en la primera argentina en llegar a esta instancia tan alta.
Su pasión por los vinos despertó tras una pasantía en un restaurante de Buenos Aires, donde oficiaba de moza para solventar sus gastos universitarios, allí nació este amor ligado al servicio y al conocimiento de un mundo además de nuevo, atrapante e inacabado. Su licenciatura en letras, testigo de sueños plasmados en libros de poesías, y la sommellerie, han forjado en ella una carrera brillante cuyo destino, muy probablemente, quedará signado por su belleza, simplicidad y talento.
Con 35 años Paz fue la primera argentina en alcanzar en 2014 el Advanced Sommelier Certificate de la Court of Master Sommeliers (el nivel académico más alto al que puede acceder un especialista en vinos). En 2015 fue consagrada en Chile como Mejor Sommelier de las Américas lo que le permitió obtener dos plazas para competir en el mundial. De aquí que su reconocido colega Martín Bruno, sommelier de Tegui, el restaurante de Germán Martitegui, participará como el mejor sommelier argentino.
Actualmente Paz reside y trabaja en París, en el restaurante del glamoroso Hotel Le Bristol, Epicure, de tres estrellas Michelin. No obstante, lejos de olvidar su tierra natal, visita la Argentina cada año para reunirse con su familia y amigos en Bariloche y Buenos Aires.
Su entrenamiento
La competencia comenzará el 15 de abril y los candidatos se encuentran en la última etapa de entrenamiento. “Me concentro en todos los ejercicios y la teoría, creo que hay tres momentos importantes y claves: Antes, durante y después. La etapa previa es la que más disfruto ya que se conoce a muchos colegas del mundo y se entrena con ellos para enriquecer los conocimientos”, destacó, muy conforme con el esfuerzo realizado durante su preparación.
Para concursar en Tokio, Paz visitó previamente Gran Bretaña para realizar una pasantía con Gerard Basset, Mejor Sommelier del Mundo 2010. Esta vez, su entrenamiento se fue completando con una visita a la Argentina en noviembre pasado, Sudáfrica y Suecia. “Por supuesto que desde mi trabajo en Francia puedo catar vinos de Austria, Alemania y España, entre muchos otros, todo lo cual se complementa con aquellas pasantías que realizo con colegas de renombre a nivel mundial, como lo son el español Rubén Sanz Ramiro o la canadiense Veronique Rivest, la mejor sommelier mujer del mundo, con quien me reuní para catar diversos ejemplares en Toronto y Montreal. Ella es una maquina en teoría y en cata”, repasó Levinson. La candidata asegura que esta preparación profesional está basada en una visión colectiva del aprendizaje, involucrando a todos los que se dispongan a ayudarla y al mismo tiempo busquen retroalimentar sus conocimientos.
Confidencias
“Por unos días uno se siente suspendido, no hay otros intereses ni preocupaciones, solo los que respectan a la competencia. Incluso el tiempo corre diferente. Serán cinco días, que se vivirán como si fuesen diez”, confió la experta.
Habrá una semifinal de doce participantes y luego una de tres. “Hay mucha presión sin embargo es compartida, lo que nos ayuda a aliviar la mente. Por otra parte, para mí el concurso tiene su propia república, al margen que la sede sea argentina, uno va al planeta del concurso”, aseguró Paz.
En su última visita a la Argentina, la candidata viajó a Mendoza a interiorizarse sobre tres proyectos puntuales. “Los vinos argentinos con mucha probabilidad serán parte de la competencia, hay que afinar estilos, terruños e incluso bodegas que podrían ser escogidas por la organización para desafiar los sentidos de los participantes”, meditó. “Creo que la Bonarda es una buena variedad para catar a ciegas ya que no es fácil de encontrar en otros países. La Criolla Chica es otra cepa interesante”, evaluó.
En los últimos 10 años la profesión ha sido partícipe del crecimiento y la democratización de la sommellerie en el país. “Nuestra profesión se ha convertido en un eslabón en la industria vitivinícola. Este concurso es una herramienta fundamental para la promoción y difusión de la figura del sommelier, generando nuevos referentes para la industria, y profesionales cada vez más capacitados. Por su parte, es importante trabajar para fortalecer la unión de todos los eslabones de la cadena de producción y comercialización. Un sommelier bien preparado y apoyado por sus pares restauranters y bodegueros puede representar un cambio importante en la profesión y comunicación del vino argentino”, reflexionó la candidata argentina.
Su relación con Martín Bruno aseguro que es muy buena. Son de la misma escuela, comparten amistades, trabajan para las mismas instituciones educativas e intercambian material constantemente vía e-mail. “Martín es un gran profesional y lo respeto mucho”, consideró.
Con todo, Argentina se vislumbra como un competidor fuerte, pese a lo cual deberá enfrentarse a una dura prueba donde se evaluaran sus conocimientos y habilidades en temas relacionados al servicio, cata, vitivinicultura, gastronomía, geografía vitivinícola, procesos de elaboración, producción y consumo de los más diversos productos y bebidas del mundo. “Los rivales vendrán más que preparados a disputar el podio. Creo que vamos a ver muchas sorpresas por parte de Finlandia, Sudáfrica, China, Irlanda, México, Brasil y los ya favoritos, como Suecia, Francia, Canadá, Inglaterra y Japón”, apuntaló.