La Asociación Argentina de Sommeliers (AAS) desembarca en Patagonia con el objetivo de continuar el proceso de federalización de la institución. Esto es un reflejo del crecimiento nacional de la profesión, siendo una actividad que se enmarca en un plan iniciado por la AAS en el 2018, en Rosario y Córdoba.
El jueves 9 de mayo, a las 18, en Del Sur Espacio, de Cipolletti, se dará cita a una interesante charla acerca de la sommellerie en Argentina, de la asociación en particular y sobre el crecimiento de la zona dentro de la industria vitivinícola, todo en el marco de una feria de vinos donde importantes bodegas estarán acompañando la actividad.
“Poder ayudar a fortalecer la profesión en todos los puntos del país es una iniciativa que nos planteamos y un sueño que se está haciendo realidad. Lo importante es estar conectados con diferentes puntos de la Argentina, ya que eso permite un sentimiento colectivo y compartir las realidades vitivinícolas y gastronómicas de cada lugar. Para poder lograrlo, nos apoyamos en sommeliers locales que sean parte de la asociación y nos ayuden a generar un plan de trabajo periódico en cada región. Éste es un camino que contribuye a que la cultura del vino crezca en cada rincón del país de la mano de los sommeliers” expresó Matías Prezioso, presidente de la AAS.
El sommelier Alejandro Martínez, miembro de la comisión directiva de la AAS, viajará para dar la charla.
La AAS es una asociación civil sin fines de lucro que promueve la cultura del vino y otras bebidas, fundada en 2001. Es miembro de Association de la Sommellerie Internationale (ASI) desde 2002. Sus objetivos persiguen divulgar la cultura del vino y otras bebidas, ayudando a los consumidores a tomar conciencia sobre las bondades de su consumo moderado y responsable. Para lograr sus objetivos la AAS ha suscripto acuerdos de colaboración con las máximas entidades de promoción del vino argentino, como son Bodegas de Argentina, el Fondo Vitivinícola y Wines of Argentina.
Argentina fue sede del campeonato mundial de sommelier en 2016, con la organización de la AAS, que en aquel entonces presidía Andrés Rosberg. El evento fue un gran éxito y aumentó muchísimo el prestigio de los sommeliers argentinos en el mundo del vino. Paz Levinson, le mejor sommelier argentina, radicada en Francia, se ubicó en el cuarto lugar.