La cervecería artesanal Blest, la primera de Bariloche, inauguró su tap room en el kilómetro 13 de la ruta a Llao Llao. La apertura coincidió con el IPA Day y decenas de amigos visitaron el nuevo local de la tradicional marca.
“No queríamos dejar los kilómetros, que tantas alegrías nos dieron. Por eso abrimos el TapRoom13 de Blest, una nueva propuesta para pasar, o pasar y quedarse”, explicó Silvio Reyes, responsable de marketing y diseño en la empresa.
El lugar elegido no pudo ser mejor, ya que comparte edificio con la vinoteca Almacén de Vinos y la casa de comidas Diente de León. La “recta del trece” se ha convertido en un verdadero polo comercial, limitado por los supermercados Anónima (al este) y Todo (al oeste).
En el tap room se puede degustar todas las cervezas que elabora Blest y también recargar los growlers para llevar la birra a la casa. Hay 12 choperas y están conectadas con la cámara, que al igual que la instalada en el pub del kilómetro 4, es vidriada y a la vista.
Están las cervezas tradicionales de la marca, Pilsen, Bock, Scotch Ale y Cream Stout. También las saborizadas: Frambuesa, Honey Queen y Choco Porter y las elaboradas a partir de este año, Hot Shop IPA, Barley Wine y Nahuelito Black IPA. La sidra de Blest, que elaboran hace más de una década, también está disponible para tomar tirada desde la chopera.
El local fue diseñado con un estilo moderno y se evitó colocar mesas y sillas. Hay amplias barras y banquetas. La cerveza podrá acompañarse con pizzetas y algunas tapas.
A la apertura concurrieron varios integrantes de Bariloche Cultura Custon, un grupo apasionado por los autos clásicos, custon o modificados, la mayoría de ellos barbudos, que siempre participa en los eventos que organiza Blest. Frente al local se estacionó un Ford 1959 y un Ford F100 de 1962.
Leonardo Brizuela, gerente de la marca, explicó que el nuevo pub y restaurante que están construyendo en el barrio cervecero, sobre la calle Neumeyer, tiene previsto abrir cerca de fin de año. Para ello, están ampliando la planta de elaboración que tienen en el barrio Ñireco.