El año comenzó con una buena selección de vinos que se resumió en una amigable degustación, para aficionados a los taninos fuertes. La misma estuvo a cargo del enólogo Diego Digiacomo, representante local de la bodega boutique mendocina Tierra Prometida, una empresa que hasta el 2004 solo elaboró productos para exportar. Ahora sus variedades pueden encontrarse en la vinoteca local Freixa & Vinos, en donde se degustaron y se sacaron buenas conclusiones sobre sus particularidades.
El primero dejó su marca en el paladar de los presentes, un malbec Reserva 2006 en base a uvas de producciones propias, cosechadas de vides de entre 70 y 90 años, producidas en el Valle de Uco y en Lujan de Cuyo. Un ejemplar con mucha personalidad, lejos de ser agresivo expresa el carácter que maduró 14 meses en barricas de roble.
Luego, un malbec Premium 2007. También con aromas intensos, frutados, que dejo en boca sus taninos dulces y maduros. Las vides de donde se extrajo la materia prima cuenta unos 70 años de historia y sus frutos terminan de redondear sus sabores durante 12 meses de estacionamiento en barricas de roble.
Ambos son vinos sin filtrar, por ello la primera recomendación de Diego fue no agitar la botella, si es transportada de un lugar a otro se debe dejar en reposo unos cuantos minutos antes de servir, para que la borra no pase a la copa.
Cada partida de vinos totaliza unas 15.000 botellas, las que se comercializan en cajas de 12 unidades, medida que exige la exportación. Según explicó el enólogo representante, Tierra Prometida continúa exportando sus elaboraciones, principalmente a Brasil, un país que a pesar de elaborar sus propios vinos, especialmente blancos y champagnes, demanda los productos tintos argentinos, de sabores concentrados. También se venden bien en Colombia, Venezuela y Estados Unidos, en especial los malbec.
Así mismo, Digiacomo recalcó el crecimiento nacional de las ventas en relación a Chile, en donde el carménére es la cepa tradicional, también con alto porcentaje de ventas. El encuentro en la vinoteca de Diego Freixa finalizo con una tercera copa, un Tierra Prometida bonarda, un vino que terminó la ronda de taninos fuertes y dejó bien al descubierto las particularidades de estas tres líneas que descansan en el talento de sus enólogos Pablo y Héctor Durigutti.