A sala llena y con abundante cerveza se inauguró la primera franquicia de lo que será el Club Cervecero Blest, la marca pionera de cerveza artesanal junto al Nahuel Huapi. La cervecería se emplaza en el kilómetro 4 de la ruta al Llao Llao y en ella se destacan una cámara frigorífica vidriada, donde se almacenan los barriles con cervezas y la chopera “Afrodita”, con 16 canillas.
La fiesta de apertura reunió a numerosos referentes de la cervecería local quienes brindaron a la salud de los inversores, la familia Lapenna. La cervecería operará como franquicia y será administrada por María Ángeles Lapenna, hermana de Franco, asociado a Julio Migoya en la producción de cerveza Blest y de Daniela, titular del restaurante El Nacional.
La remodelación del inmueble estuvo a cargo del equipo dirigido por el arquitecto local Rubén Ritondale y suma 170 metros cuadrados a la oferta cervecera barilochense. El edificio, en una planta, dispone de dos salones principales y una barra central, en cuyo lateral se emplaza la cámara vidriada, un amplio deck y una cocina con diseño industrial. En los salones predomina la madera y hay capacidad para unas 200 personas sentadas.
“Afrodita” fue presentada como una verdadera diosa pagana y sirvió decenas de litros de cerveza. Es italiana y en ningún punto se apoya en la barra, si en el techo y el lateral de la cámara, desde donde se abastece de bebida. Mereció elogios por parte de Bruno Ferrari (Berlina), Andrés Llanos (Bachmann), Francisco Santa Colona y Emilio Ghirardi (La Cruz), Alejandro Gilbert (Gilbert), Carlos Santana (Kluster´s), Adrián Pedro silva (Duhan), algunos de los cerveceros locales presentes. También asistió Hernán Testa, de la empresa Lúpulos de la Patagonia, quién residió durante los últimos seis meses en Japón.
El nuevo local gastronómico constituye un importante avance en la calidad y oferta cervecera local y sin duda prestigia la plaza. Además de buena cerveza, de Blest y canillas invitadas, promete gastronomía elaborada y cuenta con instalaciones y plantel profesional para lograrlo. Sin duda será escala obligada en el variado y heterogéneo circuito cervecero que tiene la ciudad.
El lugar abre al público a partir de las 18 y en el verano también lo hará en horas del mediodía. No hay que olvidarse que en frente se ubica la playa del barrio Meilipal.
En diálogo con VG Julio Migoya se mostró feliz por el emprendimiento llevado a cabo por los Lapenna y recordó la apertura del brew pub del kilómetro 11,600, en un lejano 1997. “Sin dudas las formas y las circunstancias son otras, pero el entusiasmo de los jóvenes es el mismo que teníamos con Alicia y Nicolas en aquel entonces”, afirmó.
La presente es la primera franquicia del club. Pero la segunda ya está en marcha y se ubicará en el corazón del barrio cervecero, al lado de Berlina Pueblo, donde había un hostel y hace años funcionó la hostería El Esquiador. Será una nueva cervecería de Rubén Ritondale, quien también trabajó en la construcción de Dagda, Cava Clandestina (ambas sobre avenida Bustillo) y Patagonia, emblemática obra situada en el Circuito Chico.