Después de tres “agotadoras” jornadas de trabajo, con clases de cocina en el predio ferial de El Hoyo y un asado comunitario en la plaza central de Lago Puelo los cocineros y chef participantes en el primer festival gastronómico del Paralelo 42, bautizado “Cocina de Los Lagos”, fueron invitados a un verdadero “retiro gourmet” en las dependencias de Lago Escondido.
Allí, alejaos del trajín diario de una cocina industrial, rodeados de paz y naturaleza, los cocineros se dedicaron a filosofar y delinear las bases de la “cocina patagónica”. Un objetivo nada fácil, pero si al alcance de un cocinero compenetrado con la gastronomía sureña.
“Algunas cosas van quedando claras. Nos comimos varios corderos al asador, por lo cual no quedaron dudas que en materia de productos, esta es la carne emblemática de la Patagonia”, explicaron los cocineros. También hubo consenso en ponderar los hongos morillas, la fruta del calafate y las carnes de guanaco y liebre.
“Hay productos patagónicos, pero hablar de cocina patagónica llevará tiempo. La historia gastronómica del sur no llega al siglo y obviamente no puede compararse con la del norte argentino y menos con la europea”, explicaron los cocineros participantes.
Así, durante la mañana del lunes, se pudieron escuchar encendidas exposiciones de los cocineros disertantes. El objetivo del encuentro fue analizar ingredientes y técnicas que podrían ser típicas de esta zona. La gran cantidad de participantes prolongó el análisis, hasta que fue impartida la orden de ir hacia el lago, en cuyas inmediaciones tenía lugar el almuerzo.
Desde el complejo turístico, emplazado en el ingreso del predio, hasta el lago, hay unos 16 kilómetros por un camino angosto, de montaña, rodeado de naturaleza. El fogón se ubica en un lugar estratégico y fue escenario de innumerables eventos, algunos de ellos multitudinario, como el Cruce de Los Andes que reunió unas 2.500 personas. Los participantes fueron agasajados con variedad de ensaladas, verduras, quesos, varios productos regionales y algunas cervezas. No faltaron los vinos de Alfredo Roca, quien participó de todo el festival, acompañado por su representante en la Patagonia, Anibal Muñoz.
Distendido, Gustavo Rapretti se mostró conforme con el resultado del primer encuentro de la Cocina de Los Lagos y estimó que el encuentro se consolidará con los años. Silvia Valdemoros y Pedro Lambertini se mostraron conformes con la diagramación del encuentro, lo mismo que Pablo del Río, titular del restaurante 7 cocinas, de Mendoza.
Un párrafo especial merece Alejandro Tagliana, médico de profesión pero cocinero de alma y corazón. Acompañó a la delegación de cocineros que llegó de Puerto Madryn y no se perdió detalle del encuentro. Colaboró en todo lo que hizo falta, siempre dispuesto y de muy buen humor. También dispuso de tiempo para conversar con Visión Gourmet, convidarnos cerveza, picada y todo lo que hizo falta. Un maestro!
Las charlas sobre cocina patagónica siguieron a orillas del lago Escondido, donde los anfitriones, Vanesa y Nicolás Van Ditmar, dispusieron un almuerzo campestre gourmet, con todos los ingredientes demandados en la “alta cocina”. Corderito y costillar de ternera al asador, quesos regionales, ensaladas de huerta y hasta un jamón crudo elaborado en el lugar, fueron algunos de los manjares dispuestos para inspirar a los presentes tras el primer debate.
“Van bien encaminados, pero creo que necesitarían unos días más de retiro para elaborar una conclusión consensuada”, opinó don Alfredo Roca, quien junto a Anibal Muñoz, fueron los encargados de “lubricar” con buenos vinos tintos las ideas y propuestas de los cocineros participantes.
Al atardecer el seminario siguió en el complejo turístico, donde muchos cocineros y periodistas invitados también se hospedaron, obviamente con buena comida y ricas bebidas. Excelente final para un gran encuentro.
