Cuando el reloj en Argentina marcó las 10, el chef barilochense Emiliano Schobert presentó su primer plato, de trucha marrón, al jurado de Bocuse d’Or, el concurso más importante de gastronomía que hay en el mundo. Junto a Aixa Carosio habían comenzado a cocinar cinco horas antes, en el imponente salón donde se lleva a cabo el evento, en Lyon, Francia.
Fueron el sexto equipo en comenzar a cocinar, entre los 12 de la primera jornada. En primer lugar presentaron al jurado los 12 platos con el pescado y luego la bandeja con la gallina de Guinea. El miércoles a la mañana cocinarán los restantes 12 equipos y después del mediodía el jurado proclamará a los vencedores.
El evento puede seguirse por internet, en el sitio oficial de la organización, (http://www.bocusedor.com/web-tv) y el marco de la primera jornada fue imponente. El equipo Argentino tuvo una buena actuación y sus platos lucieron impecables. Asimismo, María Eugenia De Cicco, encargada de prensa y de la logística general del grupo, fue entrevistada en directo para todo el mundo.
La obsesión de Emiliano de llegar al concurso francés lo llevó a viajar a Europa y ver la final de la edición anterior. Allí vio el marco de la competencia, el ambiente que había, cosas que tomó para su preparación. Una vez que logró su pasaje para Lyon 2015 volvió a viajar al viejo continente a ver el selectivo del concurso europeo donde iban a salir sus competidores.
Ese primer viaje, donde tuvo la oportunidad de probar algunos platos ganadores, le permitió hacer un descubrimiento: los sabores no eran tan importantes, los sabores eran y tenían que ser correctos, pero lo importante era contar una historia del país a través del plato y tener una estética propia de un mundial.
Por eso Emiliano buscó un concepto a través del cual contar la historia del lugar donde vive desde el 2001: la Patagonia.
“La idea del menú es hacer una interpretación de la identidad de la Patagonia a través de los sabores y la estética del viento y el movimiento. El desafío más grande es tener una presentación visual que llame la atención, despierte interés y hacer platos ricos con sabores correctos”, explica Schobert.
Durante todo el proceso de trabajo, planificación y diseño del menú, Emiliano Schobert contó con un nutrido grupo de colaboradores de distintas áreas.
El diseño y producción de la bandeja en la cual se presentará el menú de la carne fue realizado por el estudio Designo Patagonia, de los diseñadores industriales Martín Sabattini y Manuel Rapoport, quienes utilizaron corian y vidrio como elementos para su construcción.
En cuanto a la moldería en caucho para las distintas guarniciones del menú, estuvo a cargo del artista plástico y escultor Marcelo Iglesias, mientras que Luis Ortiz, experto en piezas de acero inoxidable, realizó los moldes para las piezas de pescado.
Otros colaboradores del equipo argentino son la doctora en biología María Inés Messuti, especialista en hongos de la Patagonia e Hidraflora Hidroponia, quienes proveen a Schobert de distintas especies vegetales nativas y la doctora Patricia Muñoz, titular de la cátedra de morfología de la carrera de diseño industrial de la UBA, quien diseñó el cloche para la pieza de pescado y también asesoró a Schobert en la concepción global del menú, cuyo leit motiv es el viento, elemento característico de la Patagonia argentina.
En los platos que Emiliano presentará en Lyon se podrán ver plantas silvestres comestibles típicas de la Patagonia gracias a los conocimientos que incorporó de un gran entendido del tema como el biólogo, ecólogo e investigador del CONICET Eduardo Rapoport, a quien Emiliano conoce hace varios años- Por su parte, el diseño del poster de la selección nacional fue realizado por el ilustrador Pablo Bernasconi.
El Bocuse d’Or (el Concours mondial de la cuisine) es la competición bienal más importante de cocineros que se realiza desde 1987. Nombrado así por el chef Paul Bocuse, el evento tiene lugar en enero durante dos días en Lyon, Francia. Transcurre durante la Feria SIRHA y es una de las competiciones de cocina más prestigiosas del mundo. El evento es referido frecuentemente como el equivalente culinario a los Juegos Olímpicos.
Para poder competir a la par de los mejores del mundo Emiliano contó con algunos sponsors, como la Asociación de Hoteles de Bariloche y la bodega mendocina Terrazas de los Andes, que acompaña por tercer año consecutivo a la Academia Nacional Bocuse d’Or Argentina. “Creemos que el vínculo entre la gastronomía y la vitivinicultura está presente en todo momento, ya que todo buen plato se termina, se redondea, con un buen vino. La gastronomía forma parte de nuestra cultura al igual que los vinos, y es por eso que Terrazas de los Andes apoya esta gran iniciativa. Confiamos en el potencial que hay en la gastronomía argentina y creemos que tiene todas las condiciones para destacarse en el mundo”, dijo Fernando Gouiran, director de Comunicaciones, Eventos y Trade Marketing de Moët Hennessy Argentina.
