La cocina gallega y regional convergen en lo de Serafín

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La taberna gallego-celta Breogan es uno de los muy buenos restaurantes de la avenida San Martín, la que une el centro de la ciudad con el oeste. Abrió sus puertas el 04 de abril de 2001 y en sucesivas remodelaciones logró el salón actual, con capacidad para 120 cubiertos.

Es atendido por la familia de Serafín Santos, conocido periodista local y también gran cocinero, quien es el responsable de la variada carta del lugar.

En Breogan la comida gallega y española se dan  la mano con las carnes salvajes y la cocina regional.¬ En su oferta se destacan los callos a la gallega y el lacón con cachelos, que no es otra cosa que brazuelo de cerdo con papas hervidas en agua y sal. También hay platos de la cocina tradicional y especialidades gallegas.

Santiago, Stella y Serafín Santos en el salón de restaurante.

El local se ubica en San Martín al 405 y dispone de un salón dividido en tres sectores, que permiten ser utilizados para eventos, cumpleaños o cenas de camaradería. Atiende al mediodía y por la noche, a excepción del domingo al mediodía, que está cerrado.

Decorado con múltiples elementos originarios de España se caracteriza por tener muy buenos pescados y mariscos. Entre los primeros se destaca el salmón rosado de mar, las truchas y bacalao noruego, un plato único en la ciudad. Las rabas a la provenzal, los mejillones, el pulpo a la gallega, empanada gallega, tortilla española y la paella son algunos de los platos más demandados, preparados con recetas de los ancestros de Serafín.

Las especialidades regionales, ciervo, trucha, salmón y jabalí se preparan cada una en cinco versiones diferentes.

Se puede probar el ciervo a la cazadora, el salmón al champagne, la trucha al champiñón y el jabalí a la manteca negra con chucrut. Otra opción muy recomendable es el bife de lomo Breogan y también hay bife de chorizo y otros cortes vacunos.

Los postres son caseros y variados, como la “Copa Breogan”, con helado, frutas finas, nueces, licor crema y dulce de leche. Ideal para salir relleno.

La carta, en castellano, inglés y portugués, incluye una amplia variedad de vinos y cervezas. También hay un detalle de tapas, que se pueden compartir como entrada, junto a un buen pisco sour, el mojito o la caipivodka.

Los que gustan de las ceremonias y mitos gastronómicos pueden solicitar la queimada, una bebida con base de grapa de orujo que se enciende, se oxigena y se mezcla con saborizantes naturales, siempre cerca de la medianoche.

Breogan acepta tarjetas de débito y crédito y tiene una relación precio-calidad muy buena. Al igual que la mayoría de los restaurantes ubicados en el centro de la ciudad, no tiene estacionamiento.

La taberna gallego-celta Breogan es uno de los muy buenos restaurantes de la avenida San Martín, la que une el centro de la ciudad con el oeste. Abrió sus puertas el 04 de abril de 2001 y en sucesivas remodelaciones logró el salón actual, con capacidad para 120 cubiertos.

Es atendido por la familia de Serafín Santos, conocido periodista local y también gran cocinero, quien es el responsable de la variada carta del lugar.

En Breogan la comida gallega y española se dan  la mano con las carnes salvajes y la cocina regional.¬ En su oferta se destacan los callos a la gallega y el lacón con cachelos, que no es otra cosa que brazuelo de cerdo con papas hervidas en agua y sal. También hay platos de la cocina tradicional y especialidades gallegas.

El local se ubica en San Martín al 405 y dispone de un salón dividido en tres sectores, que permiten ser utilizados para eventos, cumpleaños o cenas de camaradería. Atiende al mediodía y por la noche, a excepción del domingo al mediodía, que está cerrado.

Decorado con múltiples elementos originarios de España se caracteriza por tener muy buenos pescados y mariscos. Entre los primeros se destaca el salmón rosado de mar, las truchas y bacalao noruego, un plato único en la ciudad. Las rabas a la provenzal, los mejillones, el pulpo a la gallega, empanada gallega, tortilla española y la paella son algunos de los platos más demandados, preparados con recetas de los ancestros de Serafín.

Las especialidades regionales, ciervo, trucha, salmón y jabalí se preparan cada una en cinco versiones diferentes.

Se puede probar el ciervo a la cazadora, el salmón al champagne, la trucha al champiñón y el jabalí a la manteca negra con chucrut. Otra opción muy recomendable es el bife de lomo Breogan y también hay bife de chorizo y otros cortes vacunos.

Los postres son caseros y variados, como la “Copa Breogan”, con helado, frutas finas, nueces, licor crema y dulce de leche. Ideal para salir relleno.

La carta, en castellano, inglés y portugués, incluye una amplia variedad de vinos y cervezas. También hay un detalle de tapas, que se pueden compartir como entrada, junto a un buen pisco sour, el mojito o la caipivodka.

Los que gustan de las ceremonias y mitos gastronómicos pueden solicitar la queimada, una bebida con base de grapa de orujo que se enciende, se oxigena y se mezcla con saborizantes naturales, siempre cerca de la medianoche.¬

Breogan acepta tarjetas de débito y crédito y tiene una relación precio-calidad muy buena. Al igual que la mayoría de los restaurantes ubicados en el centro de la ciudad, no tiene estacionamiento.

 

 

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