Covita fue uno de los lugares elegidos para presentar los vinos Antucurá, de alta gama. El enólogo Gabriel Aristarain tuvo a cargo la presentación de los productos, acompañado por el gerente administrativo de la bodega, Leandro Rama y el representante en la Patagonia, Javier Rozas. Guillermo Andreani preparó varios de sus exquisitos bocaditos para degustar junto a los tintos mendocinos.
Antucurá significa “piedra del sol”, en lengua mapudungun, hablada por los pehuenches, habitantes originarios de Tunuyán, Mendoza, donde actualmente está ubicada la bodega.
Fue creada por el empresario Gerardo Cartellone y la editora francesa Anne Carolina Biancheri en 1999, cuando compraron las 130 hectáreas donde hay crecen sus viñas. El desarrollo del emprendimiento fue realizado con el asesoramiento de Michel Rolland. A una altitud de 1.000 metros sobre el nivel del mar plantaron cepas cabernet sauvignon, merlot, malbec, pinot noir y syrah, con asistencia de moderna tecnología, tanto es así que el riego se realiza por goteo controlado informáticamente.
Los presentes pudieron llevarse algunos ejemplares de la bodega.
También la bodega fue concebida para lograr vinos Premium, con rigurosos niveles de cuidado y control de calidad. A través de un proceso especial de gravedad los granos sufren presiones extremas y los vinos se gestan en condiciones inmejorables.
Los primeros vinos fueron embotellados en el año 2003. El Antucura combinó cabernet sauvignon y merlot en porcentajes iguales, 16 meses de permanencia en barricas de roble francés de primer uso y 12 meses de reposo en botella con temperatura, luz y humedad controlada. El resultado fue muy positivo, un vino con buen cuerpo, con nariz elegante y profundos aromas a frutos rojos maduros, especias y notas de tostado.
Guillermo Andreani, propietario del restaurante, junto a Gabriel Aristarain
También se probaron el Calvulcurá 2005 y el Antucura 2003. Todos los vinos tienen una importante participación de la cepa cabernet sauvignon, lo cual los hace invariablemente vinos fuertes, con buen cuerpo. Aristarain explicó que la política de la bodega es no envasar una cosecha si no se logra la calidad Premium deseada. Afirmó que el 80 por ciento de los vinos están destinados a la exportación y las mayores ventas en Argentina tienen lugar en Buenos Aires, rosario y la Patagonia.
En Bariloche se pueden probar en varios restaurantes (en Covita obviamente) y también están en las vinotecas.
Leandro Rama explicó que cerca de la bodega se ubica “Casa Antucurá”, una pequeña hostería de ocho habitaciones, con piscina, jacuzzi, salas de cine y música, cava de vinos y una magnífica biblioteca con más de 4000 volúmenes en diversos idiomas. En síntesis, un lugar magnífico para disfrutar del relax en vacaciones.
