Cuando colocamos un huevo en un vaso de agua, éste debe hundirse completamente, ya que si flota es señal de que no es fresco.
La explicación es sencilla, a medida que pasan los días, parte del agua que está en el interior del huevo se va evaporando a través de los microporos de la cascara, este hecho hace que aumente la cámara de aire del interior del huevo, a mayor cantidad de aire, más flota.
Otro truco es cuando cocemos un huevo, si está fresco… la yema siempre debe ocupar la parte central.
Finalmente, el otro truco que conocemos es cuando cascamos el huevo para hacerlo frito, si la clara se dispersa demasiado es un signo inequívoco de que no es fresco.
-Los huevos frescos son ásperos, los huevos viejos son lisos y brillantes.
-Los huevos blancos y marrones no tienen diferencia en la calidad.
Es preferible guardarlos a temperatura ambiente para que en la puerta de la heladera no sufran cambios de temperatura al abrir y cerrarla.
Precauciones a la hora de manipularlos para evitar posibles contaminaciones exteriores:
-Compremos siempre los huevos con la cáscara intacta y limpia.
-Por razones de higiene, no rompamos el huevo en el borde de los recipientes donde lo vayamos a batir.
-No separemos las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo.
-Si vamos a elaborar una mayonesa casera, hagámoslo con la máxima higiene y conservándola en la heladera hasta su consumo.
-recordemos que las pastas y las salsas caseras que lleven huevos deben consumirse dentro de las 24 horas siguientes a su elaboración.
Finalmente, no olvidemos Lavar con cloro la superficie de trabajo que haya estado en contacto con huevos y carnes de aves crudas.
