En el marco de la “Semana Cordillera”, organizada por la bodega neuquina Del Fin del Mundo en San Carlos de Bariloche y San Martín de Los Andes, Cassis ofreció un delicioso menú de cinco pasos, preparado por Mariano Múller, chef y propietaria de Casa Cassis, y Pablo Buzzo, chef ejecutivo de cuatro restaurantes propiedad de la bodega.
La velada colmó las instalaciones del restaurante, donde los asistentes pudieron disfrutar de platos con productos patagónicos, maridados con los vinos de San Patricio del Chañar.
La Semana Cordillera incluyó cenas por pasos, tapeos, degustaciones de vinos y catas dirigidas por Juan José Larrondo, responsable de marketing de la empresa neuquina. En resumen, una experiencia que combinó la pasión por la cocina y el placer de compartir los sabores de la Patagonia, en lugares magníficos, rodeados de naturaleza.
Previo a la cena en Casa Cassis, Larrondo dirigió una degustación en Chukker, el club house de Arelauquen Polo, con una importante asistencia. Allí, con panorámica vista hacia las canchas de polo, se probaron cuatro vinos acompañados por finger food elaborados bajo la dirección de Pablo Buzzo. Se sirvió el espumante extra brut, elaborado con un 85 % de uvas Pinot Noir, luego el Newen Reserva Pinor Noir 2012, el nuevo vino La Poderosa y el FIN Single Vineyard Merlot.
Larrondo, quien estuvo acompañado por Patricio Cohort, de Marcas al Sur, explicó que la bodega elabora unos 10 millones de litros anuales y el 80 por ciento se consume en el mercado interno. La cepa más vendida es el Malbec pero también tiene mucha demanda el Pinot Noir, cepa insignia de la Patagonia. Anticipó que la cosecha 2013 fue muy buena y pronosticó que la cepa estrella será este año el Cabernet Sauvignon.
El vino “La Poderosa”, que recuerda la moto del Ernesto “Che” Guevara, fue muy ponderado por los asistentes. Constituye un homenaje a la travesía que el Che iniciara en la Patagonia en 1952, y que recorriera gran parte de Sudamérica. Combina un 70 % de Cabernet Franc y un 30 % de Merlot, con paso por madera y su relación precio calidad es excelente. En vinotecas, se obtiene por 70 pesos.
En Casa Cassis, que dirigen Mariana y Ernesto Wolf, las veladas invariablemente son inolvidables. La conjunción del lugar, con la naturaleza, gastronomía y vinos resulta perfecta. En este caso, después de la degustación del primer espumante de bienvenida con los “abendbrot” (variedad de panes saborizados que se sirven previo a la cena acompañados de quesos, fiambres y otras delicias) se sirvió una ponderada sopa de hinojos, acompañada con jabalí ahumado, sticks de kümmel y briznas de eneldo, junto a una copa de Newen Sauvignon Blanc, cosecha 2013. Un vino tan joven, que permite ver la naturaleza a través de la copa.
En esta ocasión, Visión Gourmet compartió la cena con los titulares del hotel Punta Cóndor, del cerro Catedral, Bárbara y Ariel Murtagh, y tres ciudadanos del mundo residentes en San Pablo, Brasil: Max, Peter y David, quienes visitaron Catedral durante siete días, para esquiar. Buenos gourman y con sólida experiencia en vinos de alta gama, no dudaron en ponderar los platos y vinos degustados.
El segundo paso, spaghettini con langostinos y cristales de sal marina de Puerto Mádryn, esencia de tomates y morillas de Epuyén, junto al Reserva Viognier, un maridaje magnífico. Los visitantes se sorprendieron con las morillas y prometieron llevar algunos paquetitos de desecadas, para prepararlas con pastas.
La trucha salmonada, cocida a baja temperatura, es un plato clásico en Casa Cassis y logra la cocción ideal. Se presentó acompañada por una emulsión de acederas y sus hojas, cultivadas en la huerta de Mariana, con otra copa de FIN Single Vineyard Pinot Noir.
Ariel y Carolina evaluaron que la presente temporada invernal fue apenas decorosa para el esquí, con falta de nieve en julio. Como es sabido, sin nieve, no hay visitantes hacia el Catedral. No obstante, Max se mostró feliz, pues los primeros tres días de su estadía pudo disfrutar las mejores jornadas para esquiar: nieve en polvo y muy bajas temperaturas. “La primer mañana, nos tocó un sensación térmica de más de 20 grados bajo cero”, recordó.
También recibió unánimes felicitaciones el conejo braseado en sus jugos, vino blanco, dressing de flores de sauco, liliáceas y “caviar” de mostaza en granos y también el Special Blend, el vino top y más premiado de la bodega Del Fin del Mundo.
Los postres de la China Müller siempre sorprenden. En este caso, un tibio knödel con almendras y amapolas, ciruelas especiadas y variedad de frutos rojos, súper frescos, confirmó la regla.