¡Por fin, vuelven a cocinar! A partir del viernes 22 de febrero Erika Harsanyi y Gustavo Lanús vuelven a cocinar para los amantes de la buena mesa barilochense, con productos de estación y elaboración casera. Su nueva propuesta, un pequeño bistró tipo “puertas adentro”, aledaño al kilómetro 13 de la ruta al Llao Llao, inicia su atención los viernes y sábados, a partir de las 21.
Gustavo y Erica son cocineros y también se desempeñaron como chef. Se conocieron en La Creole en los años ochenta, pero “se engancharon” durante un evento del “cucharón de oro”, donde participó Erica y cuyo catering estuvo a cargo de Lanús. Trabajaron juntos en El Gorriti y también en servicios de catering. Desde entonces caminan juntos por la vida y en Bariloche administraron durante seis años Naan, un recordado templo de la buena mesa.
El local cerro bajo las cenizas del volcán Puyehue, con una gran fiesta, el día de su sexto aniversario. Ese 27 de agosto de 2011 ambos cocineros le prometieron a sus clientes y amigos: “¡vamos a volver!”.
Pasaron 18 meses y el anuncio se hizo realidad: con una nueva propuesta, en un lugar diferente, más intimista pero con la impronta gastronómica que ambos supieron imponer en el inolvidable local del barrio Belgrano.
“So”, que significa “así” en idioma alemán, es su casa. En el deck o en el living se podrá degustar una carta corta, con buenos vinos y también tragos. No faltará la barra, una mesa con sillones y vista al parque y la naturaleza.
“Así somos y aquí estamos”, resumió Erica, presentando su nuevo lugar en el mundo. En la cocina estaba todo preparado para agasajar a los invitados e inclusive se realizó una divertida reserva anticipada, donde cada uno pudo ofertar lo que pagaría por comer en el nuevo reducto gastronómico. De esta manera, la mayoría de los asistentes se aseguró una mesa en el nuevo “So”.
La oferta y reserva de los lugares incluyó una propuesta ingeniosa. Confirmando el día y la hora de visita, cada comensal se aseguraba la cena con el menú y las bebidas al costo. Lo pagado en la reserva, significaba el plus para los anfitriones. Para evitar “avivadas”, los dueños de casa se reservaban el lugar donde el invitado comería, que obviamente tenía que ver con lo ofertado. Así, si uno ofertaba muy poco podría comer afuera, y parado. Obviamente todos entendieron que un buen menú debería dejar en promedio unos cien pesos para los dueños de casa.
“El grupo de arquitectos”, liderados por Osvaldo Pavan y Elina Concilio, no dudó en reservar una mesa para doce personas y lo propio lo hizo el “grupo científico”, donde convergen numerosos trabajadores de Invap.
Empresarios y profesionales reservaron mesas para dos y si bien cada uno tiene fecha abierta, muchos pugnarán por ocupar los primeros fines de semana.
“Empezaremos los viernes y sábado, luego vemos”, explicó Gustavo, quien en la fiesta de presentación de “So” contó con dos ayudantes de cocina y mozos de lujo: Víctor Katz, reconocido instructor de esquí y guía de pesca y Martín Böm, quien dirigiera la gerencia A-B del Llao Llao.
Nahuel Alonso, empresario de turismo aventura en Patagonia, Craig Roos, guía de alta montaña UIAGM, Fabián Pique, consultor y asesor de empresas de turismo, son solo algunos de los que asistieron y ponderaron la nueva propuesta. Erardo Cursio convidó los afamados vinos mendocinos de la bodega La Rural y todos ponderaron la sopa de mejillones.
A “So” se lo puede encontrar en Facebook y hay que hacer reserva previa al 0294-154-631500. Se ubica en la calle Río Cuyín Manzano 544, a cinco cuadras de la ruta al Llao Llao.