A pocas horas de llegar a la ciudad de Mendoza, durante la cena preparada por Pablo del Río en su resto “7 Cocinas”, nos encontramos con nuestro amigo y periodista especializado en gastronomía y vinos Osvaldo Sánchez Salgado. Compartió la mesa con directivos de la bodega La Rural y con su enólogo, Mariano Di Paola.
La sorpresa fue mutua!; y modificó levemente nuestra hoja de ruta en Mendoza. En el acto acordamos visitar al día siguiente el Museo La Rural, ubicado en Maipú, donde nos esperaban María del Pilar Fontana y Lucas Valverde, nuestro guía por la bodega.
El museo se emplaza en el casco primitivo de la bodega, en un edificio construido entre 1895 y 1908, con una sala, donde se pueden apreciar adoquines de quebracho en el piso. Los objetos más antiguos se remontan a la época colonial, de cuero, madera y vasijas de barro. Hay un lagar de cuero realizado con una sola pieza de buey que se usaba para aplastar todo el mosto y después llevarlo a las vasijas. También hay una colección de cestos muy antiguos que se usaban para cosechar las uvas, tinajas, carruajes, prensas, herramientas de tonelero, libros, catálogos enológicos, elementos de laboratorio y otros que contribuyeron a la labor vitivinícola mendocina.
Con todo, es el museo más completo y antiguo de Argentina, único en Sudamérica y se emplaza a 11 kilómetros de la capital mendocina, en el departamento de Maipú, sobre calle Montecaseros al 2625.
Recorriendo sus distintos salones, el guía nos relata la épica historia de don Felipe Rutini, oriundo de Italia, quien decide instalarse a fines de 1885 en Maipú, plantando las primeras vides de lo que luego se transformó en La Rural.
El museo demuestra sin duda muchísimo trabajo, testigo de la dedicación y persistencia en la elaboración de vinos. Es una colección extraordinaria de más de 4.500 piezas, que datan de mediados del siglo XVI a fines del XIX.
Además de esta bodega museo, San Felipe, o La Rural Rutini, tiene fincas en Maipú, Tupungato, Rivadavia y La Consulta. Elabora una amplia carta de vinos, con las líneas Pequeña Vasija, San Felipe, Trumpeter y Colección Rutini, esta última son excelentes vinos de alta gama.
A la visita por el museo sumamos otra a la finca que la empresa posee en Tupungato, donde trabajan los reconocidos enólogos de la bodega Mariano Di Paola y Emilio Abraham, un lugar precioso. La planta, sobre la ruta provincial 89, en el kilómetro 10.5, tiene cuatro años y está rodeada por 100 hectáreas de vides, un edificio con una arquitectura formidable. Ahí están los enormes tanques de acero inoxidable, las barricas, el laboratorio y las herramientas y maquinas de última tecnología.
Durante el recorrido, Abraham destacó que la empresa cuenta con una capacidad de producción de 7 millones de litros (entre ambos establecimientos, el de Montecaseros y el de Tupungato) y antes de conocer el salón con los tanques de acero inoxidable, pudimos apreciar una de las pocas selectoras ópticas de uvas que se encuentran en el país. Puede seleccionar entre 4 mil y 8 mil kilogramos de fruta por hora, a través de un sistema que identifica la fruta por color, tamaño y forma de las uvas.
Para el almacenamiento poseen tanques “cónicos” de acero inoxidable, un salón con 3.250 barricas (80% roble francés y 20% americano) y actualmente están experimentando el almacenamiento en “huevitos” de cemento, capaces de contener unos 900 litros de capacidad. Para blancos, esta última alternativa ya ha conseguido muy buenos resultados.
En esta bodega se elaboran los vinos Trumpeter y Colección Rutini. Se destacan las diferentes variedades de Antologías, una serie muy ponderada. Cada variedad tiene la impronta del enólogo Mariano Di Paola. Otro vino premium es el Rutini encabezado de Malbec, con 18 meses de crianza en roble y una guarda en botella de 20 años.
Así, dos lugares de una misma empresa, visitada por turistas de todo el mundo que al final del recorrido disfrutan de sus buenos tintos y blancos, entendiendo cada ejemplar a partir del conocimiento de una ardua labor, que comienza en los viñedos.