A mediados de los años ´90 “El Patacón, restaurante argentino” representó para Bariloche no solo una inversión formidable para el negocio de la restauración, era el sueño de una familia hecho realidad.
Cuando Mario Remiro abrió el establecimiento apostó por un nuevo concepto en la gastronomía de la ciudad. Su propuesta logró muy buena aceptación local y sus clientes del lago Gutiérrez, donde inició su carrera culinaria, se mudaron al kilómetro 7 de la ruta al Llao Llao, dirección que desde entonces fue asiduamente concurrida.
El complejo fue diseñado por el arquitecto Fernando Galíndez en 1995 e inaugurado finalmente en febrero del ´96, por lo que sus 20 años de trayectoria ininterrumpida merecen el festejo que le dedicarán sus anfitriones el sábado 12 de marzo en su misma sede. “Será a lo grande, con un menú especial por pasos, show musical y baile en vivo”, indicaron.
Llegar cuesta, pero más difícil es mantenerse en los primeros lugares del firmamento. Hace un par de años que Mario delegó la dirección del restaurante a su hijo Luciano, quien conduce el legado familiar con el mismo ímpetu que caracteriza a su padre.
El menú de aniversario se diseñó en 7 pasos y su impronta fue definida en homenaje a la Patria argentina. Los comensales podrán disfrutar de locro salteño, humita en chala, carbonada criolla y por supuesto, carnes a la parrilla y al asador. Entre éstas últimas se servirán costillar de novillo, cordero, lechón y cortes vacunos. Habrá postres tradicionales de la cocina argentina como flan casero, budín de pan y vigilante, también cervezas, vinos tintos y espumantes. Todo incluido en el valor de la tarjeta.
El show en vivo estará a cargo del grupo Trio Sur, con el maestro Rubén Hidalgo en bandoneón, la presencia del indio David Franzgrote y Sissy Vorgic, miembros estables del Ballet Tolkeyen.
Para asistir al festejo de aniversario, programado a partir de las 21:30, es imprescindible realizar reserva previa llamando al (0294) 444-2898, vía e-mail a info@elpatacon.com o personalmente todos los días en el restaurante de 12 a 23:30. Consulte por las promociones y descuentos que propone el establecimiento ya sea con su tarjeta de membresía, clientes preferenciales o bancarias.
Su trayectoria y fama internacional
Cuando a fines del siglo pasado el presidente Julio Roca sopesaba los flamantes «patacones» no imaginó que esa moneda pasaría a la historia nacional por su enorme fortaleza, nunca vista después. Mucho menos podía esperarse el general que en San Carlos de Bariloche -que por entonces no existía- esa moneda inspiraría el nombre de un emprendimiento comercial gastronómico llamado «El Patacón».
Sus propietarios, Adriana y Mario Remiro, que eligieron el nombre por la fortaleza de la antigua moneda, tampoco imaginaron la cantidad de personalidades ilustres que visitarían «su patacón». Hasta el mismísimo presidente norteamericano Bill Clinton, en su paso por Bariloche en octubre de 1997, decidió cenar junto a su comitiva y el presidente Carlos Menem, en el amplio comedor que mira al Nahuel Huapi.
Asimismo sumaron a su fama internacional las visitas de Ted Turner y Jame Fonda, Joe Lewis y los hermanos Benetton, entre muchos otros, que probaron algunos de sus platos y se llevaron de recuerdo un patacón de Julio Roca.
Cuando el restaurante abrió sus puertas en febrero de 1996, marcó un punto de inflexión en la gastronomía barilochense. Un magnífico edificio, excelentes carnes argentinas, vista hacia el lago Nahuel Huapi e isla Huemul y hermosas mozas lo convirtieron rápidamente en el más visitado de la ciudad.
El lugar nació como parrilla. De hecho, su titular, Mario Remiro, fue un maestro en la preparación de carnes y durante varios años administró una conocida parrilla en el lago Gutiérrez. En su primer año de vida el 75 por ciento de los clientes pedía parrilla y sólo el 25 por ciento pastas o platos más elaborados. Cuando se incorporó a la cocina el chef Richard Oyarzún la proporción se igualó y con el chef francés Eric Mourat, contratado durante el verano del año 2000, la cocina aventajó a la parrilla por tres a uno. Hoy es uno de los lugares referentes de la gastronomía turística y en la preparación de eventos empresariales y sociales, con carnes al asador.
El emprendimiento implicó una importante inversión, la cual en aquellos años sorprendió a numerosos barilochenses. No obstante, el transcurso del tiempo permitió comprobar que el negocio fue muy bien planificado.
La construcción es cálida y el salón está dividido en tres espacios: uno para los que van con chicos, que pueden salir al parque a jugar sin perderse de la vista de los mayores, otro «comercial» para grupos de amigos y festejos y el tercero más íntimo y reservado.
El Patacón se amplió en diciembre de 1999 con el hall y la galería de arte, con 300 metros cuadrados cubiertos, los cuales se anexaron a los 500 que ocupaba el establecimiento. La obra demandó por entonces la remodelación de la cocina, los depósitos y las oficinas de compra y administración. Estos metros cuadrados cubiertos habitualmente «no se ven» pero posibilitaron la mejora del servicio gastronómico, preparado luego para atender simultáneamente hasta 300 personas.
El Patacón es hoy no solo un lugar arquitectónicamente emblemático, con impactante vista, amplitud de espacios y más de 150 cubiertos, sino que mantiene platos de prestigio en la gastronomía local. Hay propuestas únicas como son el tuétano asado, la provoleta Tehuelche (que además del queso tiene hongos de pino y morrones asados), la carne de Kobe y la merluza negra. Todos platos con la impronta del restaurante.