¡Nada mejor que tomar una cerveza fresca durante los días de calor! Y que mejor que hacerlo en un buen pub, con música y rica gastronomía! Bariloche elabora una veintena de cervezas artesanales (también mucha cerveza casera, que no debería comercializarse) y tiene fantásticos lugares donde probarla.
Durante enero del 2013 Visión Gourmet recorrió los brew pub y las cervecerías locales, con la difícil misión de lograr determinar cuales son las mejores propuestas. Para ello, evaluamos en cada lugar la calidad de la cerveza, su gastronomía, el servicio de atención y los precios, la ambientación y decoración del inmueble y sus posibilidades de estacionamiento vehicular. También convocamos a opinar a nuestros asesores y lectores del sitio digital. Asimismo, consultamos a los oyentes de FM10, que cada sábado al mediodía escuchan el programa radial de Visión Gourmet en el 92.5 del dial. A continuación, el ranking de los 10 lugares más recomendados:
1º) Blest (9 puntos)
El hecho de que la cervecería pionera de Bariloche ocupe el primer lugar no es casualidad; es fruto del trabajo y la calidad. Su brew pub se ubica en el kilómetro 11.600 de la ruta al Llao Llao y tiene todo lo que demanda un exigente consumidor de buena cerveza. Asimismo tiene la fábrica a la vista, algo que se da en muy pocos lugares.
Blest elabora tradicionalmente cinco variedades de cerveza: pilsen, boock, stout, scotch ale y de frambuesa. Todas se sirven de chopera, sin pasteurizar y sin filtrar, pero también pueden ser adquiridas en botella. Su calidad es muy buena y mantienen el prestigio logrado durante 20 años. Se pueden pedir en chop, pinta, pitcher (1.6 litros) y torre (2.5 litros).
La carta de Blest hace honor a la buena gastronomía y se especializa en platos europeos, maridados para las cervezas. Fantásticos los pot pie (típico pastel irlandés), que se ofrece en tres versiones: con carne de novillo y hongos, pollo y panceta y cordero con almendras y pasas. Otras opciones son el chucrut a la cerveza negra, con salchichas alemanas y el cerdo ahumado braseado, con chucrut y spätzle. También hay buenas pizzas y tablas de picadas, pastas y algunos platos típicos locales, como la trucha y varios “antojitos”, como los “pretzel” (rosquita salada típica para acompañar la cerveza). También tienen ricos postres, hay carta de vinos y espumantes, café gourmet y menú para celíacos.
Blest tiene deck, vista hacia la naturaleza, amplio estacionamiento y un variado almacén de productos, donde se pueden comprar artículos regionales, todos los productos de la marca Blest. La única contra que tiene Blest es que en alta temporada va tanta gente que a veces hay que esperar para obtener una mesa.
2º) La Pinta (9 puntos)
Emplazada en el barrio Belgrano, en una maravillosa cabaña de troncos, la cervecería y restaurante constituyen una opción ideal para pasar un momento agradable. Hasta fines del 2012 ofreció la cerveza artesanal La Cruz (que resultó la más votada en el programa radial de VG) y su especialidad son las pizzas a la parrilla. No obstante, su menú incluye variadas opciones, todas tentadoras y sabrosas.
La Pinta es administrada por Gloria y Vicente Verkys y abrió como cervecería en otoño del 2011. Previamente, durante una década, fue una exitosa parrilla. Tiene capacidad para 80 comensales y un lindo deck, debajo de una imponente sequoia.
Actualmente ofrece cerveza Lowther, en sus variedades rubia, roja y morena, y pueden probarse desde un liso (250 c.c.) a 18 pesos, en vaso (330 c.c.) 20 pesos y la tradicional pinta (500 c.c.) 27 pesos. También disponen de una amplia variedad de cervezas en botella, Isenbeck, Warsteiner, Stella Artois, Patagonia, Berlina y otras.
Los mediodías se imponen las ensaladas, para lo cual la carta ofrece una variada gama. La variedad “Limay”, por ejemplo, incluye hojas verdes, tomates, escamas de queso y trucha ahumada con aceite de albahaca y vinagre balsámico. También se puede probar crepes de ricota y espinaca, lomo de ternera con salsa de hongos y papas a la crema, cintas con ragú de ciervo o la trucha horneada con crema de almendras, acompañada con timbal de arroz.
Las pizzas a la parrilla son la especialidad en La Pinta. Hay muchas variedades, en tamaño individual o para compartir. Las pizzas son rectangulares y se sirven sobre tablas de madera. La cocina es a la vista.
La carta incluye buenas etiquetas de vinos y espumantes, postres, cafetería y opciones para niños.
Si bien no tiene estacionamiento propio, La Pinta se ubica junto a una plaza y a partir del atardecer siempre hay lugar para estacionar el automóvil.
3º) Manush (8,5 puntos)
A fines del 2011, aun con la ciudad cubierta por las cenizas del volcán Puyehue, Martín García y su familia abrieron su brew pub, en la céntrica esquina de Morales y Neumeyer. El local tiene dos plantas y una amplia terraza externa, llegando las mesas y sillas hasta la vereda.
En la década del cuarenta del siglo pasado, el lugar albergó al hotel pensión “Eden”, de José Mayer, que se promocionaba como “ideal para personas de buen gusto, amantes a la buena cocina y al trato esmeradamente familiar”. La gente de Manush supo hacer honor a dichos principios…
El lugar ofrece 7 variedades de cervezas: stout, kolsh, pale ale, crem ale, honey beer, milk stout y brown porter, todas desde la chopera, ya que ninguna se envasa en botella.
La cocina de Manush está a cargo de Leticia García y su esposo, Takeru Adachi, de origen japonés, ambos cocineros profesionales, con experiencia en importantes hoteles 5 estrellas de Europa. Por ello, la cocina es excelente.
Los otros dos hermanos de Martín, Guillermo y Fernando, ofician de barman y mozo. Al plantel se sumo Gisela. Todo el equipo cuenta con la supervisión de Pablo y Cristina García, padres de los jóvenes, quienes tuvieron a su cargo el asesoramiento en la remodelación. El pub tiene el diseño e impronta de un bar inglés. En ambas plantas hay una barra y varias mesas con sillas. La capacidad del local orilla los 50 comensales.
La cocina de Leticia y Takeru se marida en forma armoniosa con la cerveza. Hay variedad de tapas y una completa picada Gran Manush, que se sirve en presentaciones para 1 o 2 personas. En materia de individuales se llevan los aplausos “las verduras en pastella”, un plago digno de probar. También las croquetitas cremosas de jamón, las mozzarelitas rebozadas y las papas Manush merecen degustarse.
En materia de principales se puede elegir entre el cordero patagónico al perfume de curry (c/guarnición) $ 84, una trucha a la manteca negra, limón, alcaparras y vegetales ($ 68.-) y 12 variedades de pizzas, de 4 o 8 porciones, que varían de 40 a 84 pesos. De postre, no perderse el “birramisú”, un tiramisú con café, mascarpone y cerveza Stout Manush.
4º) Antares (8.5 puntos)
Para muchos barilochenses la cerveza Antares es local, pese a elaborarse en Mar del Plata. El local, en forma de franquicia, abrió en julio del 2006, y rápidamente supo conquistar a los amantes de la buena mesa. Ubicado en el centro de la ciudad, Elflein 47, ofrece sus afamadas cervezas junto a buena gastronomía, que pueden ser disfrutadas con shows en vivo.
Una amplia barra separa el salón inferior de los siete tanques que simbolizan sus principales tipos de cerveza: kölsch, scotch, porter, honey beer, cream stout, barley wine e imperial stout, todas de chopera. También hay variedades de estación y algunas en botella. La pinta cuesta 33 pesos y hay happy hour todos los días, de 19 a 20:30 y de domingo a jueves de 24 a 01.
Hay una muy buena variedad de tapas, ideales para comer poco y poder probar diferentes cervezas. Una tapita y ½ pinta combinan muy bien. También son recomendables las bruschettas, pizzas, variedad de sandwiches y ensaladas. El menú incluye vinos, espumantes y cafetería.
Entre los principales recomendados se puede optar por una cazuela de ciervo a la cerveza scotch, con vegetales, mostaza y papas cubeteadas, servida en pan de campo. Va muy bien con la roja scotch. Otra opción es la entraña con papas graton y salsa criolla.
5º) Berlina (8 puntos)
El brew pub de los hermanos Ferrari se emplaza en el kilómetro 11.7 de la ruta al Llao Llao y abrió sus puertas en enero del 2005. En ese entonces tenía la fábrica de cerveza contigua pero luego se construyó otra planta, la más grande de la Patagonia, en Colonia Suiza, con capacidad para envasar 40.000 litros por mes. A fin del 2012 incorporaron una embotelladora para 1.800 botellas por hora.
Berlina dispone de un salón en dos plantas y una barra. En verano se puede disfrutar del deck con un lindo patio, con vista hacia la cordillera. Hay un amplio estacionamiento vehicular y también una boutique, donde se venden artesanías y los productos de merchandising de la marca.
Bruno Ferrari es el maestro cervecero y está a cargo de la elaboración y sus hermanos, Guido y Franco, se ocupan de las ventas y la administración.
Allí se pueden robar 6 variedades de cerveza en chopera y una sabrosa sidra de manzana, elaborada con frutas locales. También se pueden probar las tres cervezas que envasa Berlina y distribuye en varias ciudades de Argentina.
Berlina tiene bellas y atentas mozas, encargadas de atender las mesas con capacidad para un centenar de comensales. La bebida se puede degustar con variedad de finger food: rabas, papas Berlina, chipa o tres clases de nachos. También se ofrece el tradicional bocado inglés, “fish & chip´s”, pescado a la romana con papas fritas y salsas, por 88 pesos. La carta incluye platos con truchas, wok de ave y vegetales, pastas, guiso carero y menú infantil.
También hay variedad de tablas de fiambres y ahumados, que pueden combinarse con productos fríos y calientes.
6º) Bachmann (8 puntos)
“Agua, cebada malteada, lúpulo y levadura; sin filtrar y sin pasteurizar, ese es el mejor principio para elaborar buena cerveza”, asegura Andrés Llanes, maestro cervecero y propietario de la cerveza Bachmann. Su brew pub se ubica en V.A.O´Connor 1348, en cuyas inmediaciones al atardecer es relativamente fácil encontrar estacionamiento.
Andrés comenzó a vender cerveza en 2005, con un local en la calle Elflein, y en el 2007 se mudó a la dirección actual. El local, una construcción histórica, luce amigable y tiene la planta de elaboración a la vista, un atractivo en si mismo. Las cervezas se sirven de chopera y pueden ser complementadas con muy buenas pizzas y variadas picadas. La carta incluye fondue, salchichas con chucrut, trucha al limón y otras especialidades. Al atardecer las mesas y sillas se mudan a la vereda, en una esquina tranquila, pese a pasar por allí una avenida.
Bachman elabora cuatro tipos de cerveza: rubia tipo Munich, tipo lager; negra estilo Munich, tipo lager; ámbar estilo escocés, tipo ale y cerveza con frambuesa, estilo frutal, tipo ale. Todas tienen una graduación alcohólica de 5 por ciento.
7º) Ruta 40 (7.5 puntos)
La cervecería se emplaza en Morales al 300, contigua al restaurante mexicano Díaz de Zapata. Tiene dos plantas y un patio externo, con servicio de parrilla. El lugar es pequeño con una escalera muy angosta, una cocina diminuta y falta de espacio, pero logró cautivar a lugareños y turistas, por su buena propuesta.
Sin duda el argumento más fuerte es que ofrece la cerveza La Cruz, muy ponderada por los barilochenses. A ello le sumo una variada carta, con buena cocina, y hasta productos exóticos. Aquí, por ejemplo, se puede degustar cerveza con buenos sushi, ura makis o rolls clásicos.
También hay tres variedades de picadas, cinco pizzas y trece clases de sándwiches. Entre estos últimos, el Ruta 40, incluye finas fetas de pernil de cerdo adobado y asado al horno, con queso tomate y lechuga.
8º) Yesca (7 puntos)
Finalmente, hacia fines del 2012, la cerveza Yesca habilitó su primer brew pub. Lo hizo en el magnífico lugar que supo albergar a Mogambo, en el paseo gastronómico La Colina, en el centro de la ciudad. Fidel Ayala, creador de la cerveza Yesca en 2005, junto a sus socios Cristian y José, abrieron la cervecería con la tradicional propuesta: pizza con cerveza.
Fidel elabora tres variedades de cerveza: negra estilo stout, roja estilo brown ale y rubia estilo pale ale. Las tres se envasan y también se sirven de chopera. Su cerveza roja logró una medalla de oro en el “Great South Beer Cup 2011”, celebrado en Buenos Aires en 2011, lo cual constituye la distinción más importante para una cerveza elaborada junto al Nahuel Huapi.
El happy hour tiene lugar de 18 a 20 y de 0:30 a 1:30, oportunidad para degustar los tres productos. Se pueden probar en ½ pinta, acompañados por un plato de blinis de papa y huevo, una combinación para recomendar.
Hay once variedades de pizzas, de 4 o 8 porciones, desde los 40 a 105 pesos. La pizza del lago incluye trucha ahumada, alcaparras, aceitunas, huevo picado, morrones y queso gruyere.
Durante el verano las mesas y sillas migraron hacia el exterior del salón, donde hay un magnífico deck y un pequeño bosque natural, un verdadero oasis natural en el centro de la ciudad.
9º) La Barraca (7 puntos)
Emplazada en Av. 12 de Octubre al 2100 La Barraca tiene una fantástica barra con buenos tragos y cervezas y un amplio escenario, donde los fines de semana se presentan grupos musicales. Dos atractivos que Clara Carranza, titular del lugar, complementa con buena atención y rica gastronomía. En las inmediaciones generalmente se logra estacionar sin problemas.
Abre de martes a domingo, a parir de las 19 y el lugar luce decorado con numerosas antigüedades, rubro al cual también se dedican sus propietarios. Los días de verano mesas y sillas se mudan a la amplia vereda donde se pueden compartir las cervezas Lowther, marca que acompaña el local desde su inauguración. La carta fue diseñada por el chef Richard Oyarzún e incluye variados finger food (ideales para acompañar un trago), donde se destacan las papas Barraca (rellenas con muzzarella, ciboulet y aceitunas), Nachos con queso y salsas, brochettes y las quesadillas de pollo, carne o camarón. También se pueden pedir buenas pizzas y ricos postres.
En la barra despachan tragos como Cuba Libre, Campari con naranja, Destornillador y espumantes bien fríos, además de bebidas espirituosas y vinos de bodegas reconocidas.
10º) Konna (7 puntos)
Vanesa y Aldo Perticará, los propietarios de cerveza Konna, comenzaron a fabricar su cerveza en 2009 en y en primer término compartieron un bar cercano al Club Andino. Posteriormente, en mayo del 2011, abrieron su local en Juramento 73 y la cerveza logró popularidad, hasta servirse en otros bares de la cuadra.
La cerveza Konna, cuyo nombre e imagen es el del perro de los dueños, se ofrece solo tirada, en vasos de pinta o ½ pinta. Elaboran tres variedades. La rubia, Kölsch, originaria de Colonia, Alemania, es elabora con trigo malteado y se destaca por su aroma y color claro. La roja, India, de color ámbar a cobrizo y un intenso sabor y aroma a lúpulo, se elabora con la tradición inglesa, lo mismo que la Porter, negra oscura, de sabor profundo a malta tostada.
El menú fue diseñado nada menos que por Mauro Trinarolli, cocinero del Llao Llao y ganador del último certamen nacional de chefs 2011. Tiene bruschettas, nachos con queso, pizzas y variedad de tablas de fiambres y ahumados. En todos ellos se destaca la presentación, muy gourmet.